Los resultados de campaña en el departamento obligado se ajustan a estrategias electorales acertadas para quienes ganaron y claramente desacertadas para quienes se convirtieron en saga tras su traspié. El gran detalle electoral está orientado a explicar cómo un Frente Progresista que voló por el aire, su sesgo territorial viró a un fuerte apoyo a CAMBIEMOS que ganó sin ofrecer mucho.
Si comenzamos por Florencia, primera localidad del norte provincial, los resultados dan para sustos. Quaín gana gracias a once votos que distancian la diferencia entre el oficialismo y la propia oposición. Un peronismo que necesita oxigenarse rápido con nuevos aires, idearios y caras. Villa Guillermina, lejos de ser la que marcara tendencia, resultó una excepcional histórica alzándose con un apoyo que supero el 73 % de los votos del pueblo norteño. Hardy, sostuvo su poderío al igual que El Rabón donde, ambas localidades, sepultaron la esperanza de recuperar dos comunas al justicialismo provincial.
Localidades como Tacuarendí y San Antonio de Obligado repitieron resultados de antaño radicando el poder a sus históricos espacios pertenecientes al Radicalismo y Socialismo, respectivamente. Las expectativas generadas en campaña se desvanecieron con los resultados que mostraron las urnas y su lectura inapelable. El peronismo no recuperó una sola comuna o municipio, aunque pudo sostener las que pertenecen a sus propias fuerzas. Capitulo apartado es lo sucedido en la localidad de Las Toscas, donde un solitario Chamorro enfrentando fuertes disidencias de sus espacios intestinos y postulándose para su cuarto mandato consecutivo vuelve a ser favorecido por las urnas de su localidad. Aunque el peronismo de la mano de Cintia Chavez realizó una campaña excepcional, no alcanzó para desalojar del poder municipal al histórico y fortalecido Chamorro.
En el contexto provincial es llamativo y casi inexplicable en tanto una fuerza política nueva que gobernó la provincia santafesina por algo más de una década, a la muerte de su mayor elector, desaparece en el colectivo social convirtiéndose en la tercera fuerza con vías de extinción. Quienes trabajaron históricamente en la territorialidad del Frente Progresista Cívico y Social – UCR – traccionó votos y trabajó para lo que hoy es Frente X El Cambio, armando una estrategia con candidatos dispuestos en lugares expectantes tanto del sur como del norte de Santa Fe. Hecho que sin decir mucho, pudo obtener votos en cantidades impensadas.
Por lo pronto al justicialismo de la provincia no le fue bien y poco pudo hacer para revertir una elección que en la PASO, marcó una fuerte tendencia hacia apoyo a las huestes de Frente por el Cambio. Auspiciando candidatos no muy conocidos y con un discurso que no hacia referencia a la problemática social ni añadir proyecciones al futuro inmediato se convirtió en la segunda fuerza política de la provincia, a dos años de recuperar el sillón de Estanilao López.