Las autoridades sanitarias de Francia instaron a las embarazadas y a los padres de niños pequeños a que se sometan al estudio correspondiente tras la detección de un caso en el área.
El incendio que arrasó el techo de la catedral Notre Dame de París podría haber dejado un efecto secundario en la población que vive cerca del templo: le detectaron 50 microgramos de plomo por litro en sangre a un niño.
La contaminación ambiental sería el producto del incendio del 15 de abril pasado que provocó el derrumbe de la aguja de 93 metros que había sido reconstruida en el siglo XIX con 500 toneladas en maderas nobles y 250 toneladas de plomo.
Unas semanas después del episodio, la Agencia Regional de Salud (ARS) de Ile-de-France detectó el caso a pocas cuadras de Notre Dame, por lo que ya se inició una “investigación ambiental” para determinar por dónde anduvo el chico.
Además, las autoridades sanitarias de Francia instaron a todas las embarazadas y a las familias con niños a realizarse un análisis para descartar la presencia pronunciada de plomo en sangre.
Desde el Laboratorio central de la prefectura de policía (LCPP) demostraron que a partir del 17 de abril no hay riesgo asociado a la calidad del aire, pero se habrían localizado “valores heterogéneos, para algunos elevados” en “suelos cercanos y en algunos locales administrativos”, precisó la ARS.
Por eso la prohibición del acceso al público a esos suelos cuya descontaminación comenzará en los próximos días, según la ARS. Desde esa agencia se informará esta semana de manera individual a las familias de los resultados de las pruebas de sus domicilios y se proporcionará consejos para prevenir que partículas de polvo puedan reintroducirse en sus viviendas.