En la tarde del sábado 13 de julio apareció un animalito muy parecido a una comadreja, pero no lo era, en la calle 17 y 18 del barrio San Felipe de la ciudad de Las Toscas, a una cuadra de la curtiembre ARLEI, los vecinos se sorprendieron y trataron de rodearlo para atraparlo, pero el animal alcanzó a subir a un árbol y desde la copa del mismo observaba a todos los curiosos que se reunieron en el lugar; la señora Celina Robledo llamó a nuestro medio, concurrimos al lugar, tomamos algunas fotos y nos comunicamos con los bomberos voluntarios para ver si podían capturarlo y devolverlo a su hábitat, ellos notificaron a la asociación protectora de animales y éstos actuaron en forma inmediata.
El animalito en cuestión es un pequeño ejemplar de Zarihueya, color negro grisáceo con cara negra; las integrantes de la asociación protectora de animales lograron bajarlo del árbol y lo devolvieron a su hábitat, que naturalmente es el campo; gracias a esa prestigiosa institución que se ocupa de todos los animales; luego buscamos en internet y encontramos esto sobre las Zarigueya o Comadreja Overa, como también se lo llama:
Brasil (portugués, la mayoría de estas palabras se originaran de las lenguas tupi-guarani): gambá, mucura en Tocantins, sarigué o sariguê en Bahia, saruê en Bahia y São Paulo, sarigueia, timbu en Nordeste, cassaco en Alagoas, micurê en Mato Grosso.
Bolivia: carachupas, comadreja.
Colombia: faras, faros, runchos, raposas o zorrochuchos (este último aplicado a las especies de mayor tamaño) (No confundir con Chuchas).
Costa Rica, Panamá y algunas partes de México (como Yucatán): «zorros» «zorras».
Ecuador: raposas, huanchacas o zorros.
El Salvador: tacuazines o guasalos.
Guatemala: tacuacines.
Honduras: tacuazines o guasalos.
México: tlacuaches o tacuaches
Nicaragua: «zorros» de cola pelada.
Paraguay: mykurẽ (guarani) o comadreja (castellano)
Perú: mucas, huanchacos o canchalucos.
Uruguay, y Argentina: «comadrejas» overas, aunque estos dos últimos términos («zorro» y «comadreja») son equívocos, ya que pertenecen a mamíferos placentarios completamente diferentes.
Venezuela: rabipelados, churros, quengues, faros o «zorros».
Historia evolutiva: A juzgar por los registros fósiles, son de los marsupiales más antiguos que han llegado hasta nuestros días, y lo han hecho sin sufrir grandes variaciones anatómicas, por lo que pueden considerarse como fósiles vivientes. Aunque no hay datos de la existencia de estos animales en Australia y la Antártida, se supone que debieron habitarlas, pues ambos continentes estaban unidos aún a Sudamérica.
Colonizaban prácticamente todos los ecosistemas y entre ellos había especies con todo tipo de hábitos alimenticios.
La producción de carne de zarigüeya se ha convertido en un novedoso mercado. Su textura y sabor resultan agradables, además de poseer un bajo contenido de grasas lo que la convierte en una carne magra y limpia. Su porcentaje proteínico está entre 14% y 16 %, algo inferior en comparación a la carne de res entre 21% y 27 % y de cerdo entre 23% y 24 %. La de zarigüeya puede optimizarse a través de la adición de extensores y proteínas vegetales, así como de algunas especias y condimentos naturales entre los cuales se encuentra el pipilongo (Piper tuberculatum).3Para preservar la existencia de este marsupial, que se encuentra en peligro de extinción, la Universidad Nacional de Colombia ha impulsado un proyecto destinado a la incorporación de la chucha en el pacífico Colombiano, con el objetivo además de brindar nuevas estrategias alimenticias para la región.