El crimen ocurrió a plena luz del día en Kabul. La muerte de Mina Mangal conmociona a todo medio oriente.
Mina Mangal
Otro ataque al mundo del periodismo y al corazón de la lucha feminista en el mundo. Tras el asesinato de la joven Lyra McKee, a manos de extremistas en Irlanda del Norte, otra periodista fue masacrada a tiros a plena luz del día en Kabúl. Se trata de Mina Mangal, una de las cronistas que se había vuelto un ícono en medio oriente de la lucha por los derechos de la mujer. Su muerte conmocionó a toda Afganistán.
La joven de 27 años trabajó durante mucho tiempo como presentadora y productora en varios canales de televisión local antes de pasar a desempeñarse como asesora en el Congreso.
Los restos de la periodista, conocida por sus reportajes de denuncia de la discriminación de la mujer en Afganistán, fueron enterrados en un acto en los que los familiares exigieron justicia.
Mangal fue enterrada y sus familiares exigieron justicia.
Aunque las autoridades investigan el crimen, por su asesinato aún no hay detenciones. En este sentido, tras expresar la “conmoción, tristeza y consternación” ante la muerte de Mangal, la delegación de la Unión Europea en Afganistán instó “a una investigación rápida y al procesamiento de los autores”.
Periodismo asediado
En 2018 murieron 20 periodistas y trabajadores de medios de comunicación y otros 20 resultaron heridos en incidentes relacionados con el ejercicio de su profesión. Fue el año más mortal para los profesionales de la comunicación en ese país según datos de la organización en apoyo a la libertad de prensa en Afganistán NAI.
Diez periodistas fueron asesinados en un solo día, el 30 de abril del año pasado, nueve de ellos en un ataque suicida en Kabul, mientras que el décimo fue atacado por desconocidos en la provincia de Khost (sureste), el mismo día.
Afganistán es uno de los países del mundo donde es más peligroso ejercer como periodista. La nación asiática ocupa el puesto 121 de 180 países en el índice de libertad de prensa de 2019 de la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF), y en lo que va de año han sido asesinados tres periodistas y un bloguero.