El andar bajo el consenso unánime de la soledad
Por Huber Cracogna
El Frente Progresista Cívico y Social construido como espacios alternativo a lo que hasta el momento no era otra cosa que una hegemonía atada con acuerdos de partes – Obeid-Reutemann/Reutemann-Obeid – De la mano de Hermes Binner y Antonio Bonfatti ganaron la provincia imprimiéndole a su proyecto construcciones básicas de consensos, contenidos políticos e ideológicos y estrategias discursivas. Un Frente que con viento de cola aggiornado en el desgaste del peronismo avanzó con acción política ante reformas como la judicial y un fuerte proyecto de obra pública, en especial, apoyado en la salud pública fortalecieron una hegemonía que parecía interminable en el tiempo.
10 años al frente del poder es demasiado para no pensar en renovaciones y recambios no solo de hombres, sino, de ideas, matices y aceptar nuevos desafíos. La ejecución del proyecto provincial jamás estuvo de la mano de hombres del frente que no sean cuidadosos electos pertenecientes al Socialismo, en especial rosarinos. Otros sectores integrantes del mismo frente solo podían aspirar a estamentos domésticos, subsidiarios y/o cargos de tercera o cuarta línea. Cuidadosos de que tales cargos, si no caían en manos de gente en extremo confiables esas puertas eran solo abierta a personajes muy alejados del entendimiento político y poco instruido en la arena del saber gubernativo. Podríamos citar casos como Osvaldo Fatala en Reconquista. “Gogi” Gregoret de la misma ciudad. Aurora Baudín de Florencia y Estela Yaccuzzi de Villa Ocampo. Todos pasaron sin pena ni gloria por esos espacios en la que ninguna localidad del norte le debe absolutamente nada, salvo, pedidos de explicaciones destinada a saber en qué se invirtió 4 años sentados en una banca, que de no haber estado ocupada, nadie se habría dado cuenta de la diferencia.
Privilegios y prerrogativas que el Frente se otorgaba cuando los votos sobraban, cuando el poder era favorable, cuando los planetas se alinearon en rigor de sus intereses, aceptación y poco espíritu crítico al aceptar todo, hasta lo inaceptable. A poco de que un Binner, que comió mas asado con Magnetto de lo aconsejable, terminó convencido de los beneficios de la Mano Invisible del Mercado – expresión que le valió su expulsión de foros socialistas latinoamericanos –, hoy nos gobierna un Socialista que acompañó políticas de CAMBIEMOS y hasta se da el lujo de decir que Macri lo defraudó. Antes de lo cual, dispuso de $ 450 millones para financiar Low Cost, a favor de empresas pertenecientes a la familia presidencial mientras que a la par negó un bono de fin de año a los trabajadores del estado santafesino. Es decir, Lifschitz, en mucho, término siendo socio ideológico de Macri. Sus políticas energéticas aplicadas en la provincia confirman su mirada poco socialista de su socialismo. Un prolijo defensor de los intereses corporativos y fácticos de la provincia.
Con las contradicciones en la que un Frente debe convivir y superar, es difícil cuando la conducción no tiene alternativas definidas e indiscutibles en el fortalecimiento de su menesterosa hegemonía. El desgaste de 10 años y abandonando la idea de un recambio de sus conductores, jefes territoriales y no alternativa en el poder de sus socios inmediatos, el Frente Progresista Cívico y Social, no puede resolver una instancia que a la luz de cualquier análisis es improbable que NO ocurra: Sus internas y la necesidad de reCAMBIO generacional político le estallaron en su puerta.
Hace dos años, su niño mimado no solo traición las ancestrales convicciones ideológicas en la cámara de diputados de la nación, sino que ingreso al congreso en tercer lugar despegándose de lo que puedo ser una catástrofe política para el Frente provincial. Sus referentes históricos no paran de hacer papelones en medios de comunicación anunciando candidaturas ayuna de cualquier garantía y conducción, sino y además, han logrado que una importante vertiente del radicalismo se fugue en masa a las fuerzas de CAMBIEMOS nacional. Pocos coinciden con los pensamientos del movimiento macrista, pero es lo único que tienen para construir espacios y fortalecer sus proyecciones en lo territorial. Quienes no sacaron el pie del plato retiraron su posible candidatura y futuro apoyo al Frente en silencio y sin pronunciaciones.
Sin margen y ante una falta de conducción y liderazgos proverbial en el norte del departamento ya se bajó de su candidatura y, creemos, de todo apoyo político, Leandro Chamorro. La corriente partidaria MAR acaba de anunciar su retiro del Frente y su incorporación a CAMBIEMOS y el presidente de Concejo Deliberante de Villa Ocampo, natural heredero en la posta, Gustavo Mana, anunciará su candidatura a INTENDENTE, que también lo hace en CAMBIEMOS.
En tanto Lifschitz utiliza los medios de Rosario y Santa Fe anunciando un plebiscito con el interés de instalar una posible reforma constitucional en pleno proceso electoral en la que ante el lamentable autismo político y la falta de liderazgos, del Frente solo queda el sello y los recuerdos de los viejos buenos tiempos.