Referentes de distintas líneas del peronismo en la provincia llaman a la inminente convocatoria a la renovación de autoridades en el PJ provincial. Resultados inesperados, aunque previsibles a nivel nacional como provincial, amerita la urgente reestructuración partidaria cuya reagrupación deberá abrir fuertes debates que el peronismo no los permite hace décadas.
Ante una gestión orgánica legitimada por el dedismo y la anulación orgánica de las bases partidaria que, desde el reutemismo jamás se pudo avanzar un ápice en la reestructuración del partido justicialista de la provincia y, ante resultados electorales desastrosos ameritan la urgencia de convocar a la reestructuración de las bases orgánicas sin dilaciones. Perotti, hijo dilecto de aquellas huestes reutemistas, fue el último que decretó cerrar las puertas del partido destinado a evitar criticas que hubieron de surgirír desde su organicidad y proyección.
Hace décadas que el peronismo avanza sin legitimidad partidaria y a golpes de mesas chicas y capangas con poder que se alzaron con anuencia desprendida de estructuras deslegitimada de la militancia. Llegar a ocupar cargos cuyas resoluciones parten hijas de la improvisación y la multiplicidad de líneas internas que prosperaron en estos tiempos, explican la falta de conducción, liderazgos, proyectos y lo que es aún peor, la proverbial falta de preparación e idoneidad política de la mayoría de “dirigentes” que se agenciaron el overol de conductor o líder.
El acuerdo de cupulas que sostuvo a Reutemann y Obeid por dos décadas al frente de la provincia como sus conductores que, con el tiempo de sus respectivos gobiernos vaciaron de contenido las estructuras, facilitaron el acceso al poder de un socialismo rosarino que supo ganarse el favor y respeto ante una provincia que, del peronismo, solo recibía conflictos irresueltos y postergación de respuestas a gran parte de la provincia. El perottismo, sin dudas, dilecto delfín de esas estructuras de cupulas noventistas, termina con un mandato provincial calificado como de lo peor que paso por la casa gris cuyos errores políticos dinamitó las estructuras mas febriles e históricas del PJ santafesino.
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