Destitución De Aldo Gerosa: ¿Qué Cajones Y Archivos Infernales Abre Este Desenlace?

Destitución De Aldo Gerosa: ¿Qué Cajones Y Archivos Infernales Abre Este Desenlace?La política, la justicia: las altas esferas del poder, nunca han sido sustituida por la ingenuidad o seres y pareceres; las intrigas y el manejo de información calificada determinan su suerte, afianzamiento hegemónico o libre caída. La rémora aristocrática, aunque no este atravesado por sesgos de democratización y pluralidad, sus febriles expectativas y existencia, no se apartan de utilizar los mismos ensayos y, acaso, las mismas miserias.

En un complejo tablero de poder, intrigas y movimientos de piezas desde manos astutas, torpes y hasta perversas, la investidura monárquica reclama serlo y parecerlo. El sistema inquisidor por el que fue reemplazado el sistema Acusatorio, puso más vergüenza en personaros que administran justicia que en a quienes juzgó. Como en novelas de Arthur Conan Doyle, no dejan de aparecer contracaras, contrastes y contradicciones: en un acotado tiempo dos fiscales expulsados, un tercero sometido a proceso de destitución por dejar prescribir una causa de abuso sexual con una prueba científica inexcusable – ADN positivo -, y un jefe de fiscales cuya oscuridad corre el velo y comienza, como en el teatro, a deslumbrarse.

Una Comisión de Acuerdos – bicameral – que, urgida por insurgencias sociales, políticas y mediáticas, expulsó a Gerosa tras un año sabático pronunciándose al faltar minutos conforme el reglamento interno de la Legislatura santafesina en “declarar nula la acusación y el juicio”. La justicia no está mejor que la semana pasada, solo y ante admisibles incomodidades electorales mostró de caras a la sociedad que los resortes de controles y disciplinaros existen y funcionan.

Legislatura que ha sido urgida a actuar para que no opere la caducidad del proceso disciplinario conforme Art. 13 de la resolución 390/19…proceso que caducaba dos días después de la lapidaria asamblea conjunta que decidio por UNANIMIDAD – hecho único en la historia – la expulsión del hoy ex fiscal Dr. Aldo Gerosa.

Los finales felices no existen. Salvo aquellos cuya historia se muestra fragmentada o incompleta. Decepcionado el ahora ex fiscal, Aldo Gerosa, en momento de ingresar a la cámara en la que utilizó su tiempo destinado a ejercer su defensa – acompañado de su abogada asesora, abogada de aquilatada trayectoria, por lo que jamás puede aducir el ex fiscal ausencia de derecho de defensa -, también notó que algunas dignidades y titulares de bancas que, otrora prometieron protección, no estaban en el recinto legislativo. Supo, Gerosa, invariablemente, que fue abandonado a su suerte ante un final previsible y decididamente certero.

Fue cuando decidió visitar las instalaciones de una redacción periodística capitalina en la cual, ante sus redactores el ex fiscal esgrimió, tras un relato encriptado, una particular analogía que explicó a modo de defensa ante su desgracia y destitución confinada:

“Fuimos Martínez (hoy fiscal regional) y yo quienes investigamos el juego clandestino. En la última causa lo ayudé mucho a Rubén – Martínez -. Fíjese que en la causa Peiti (un capitalista del juego de Rosario) aparecieron audios que decían que el único que los molestaba en Reconquista era Gerosa. Y que había un juez que podía ser involucrado y que había un fiscal… González, fue apartado y condenado por mis investigaciones», subrayó Gerosa en una jugosa nota publicada en el medio capitalino a pocas horas de haberse conocido su destitución por unanimidad. ¿Relato y descargo incongruente? No.

Hoy tribunales de Reconquista – 4° Circunscripción – quedó partido en dos aguas perfiladas e irreconciliables: Fiscales Contra Jueces. En este escenario de colosos la administración de justicia pende de un hilo, de movimientos trágicos de cada pieza de un controversial tablero y millones de pesos cuyo presupuesto, tiene destino de salvatajes de figuras propias y, engrosar cuentas corrientes de moderadores y operadores.

Juego clandestino, un fiscal expulsado, el zar del juego – Peiti – un juez que no parece estar atrincherado en las gradas de los propios – interpósito de Martínez en un escándalo de proporciones/Juez Banegas – permite avizorar, hasta ahora solo munido de suspicacia, que cajones y archivos de algunos sótanos, pronto revelarán verdades desde un infierno solapado solo por una sucia alfombra.

¿A qué Juez refería Gerosa en su nota periodística? ¿Por qué razón invoco esa argumentación? Preguntas retoricas que inflamó de preocupación a muchos.

Gerosa: Peiti y Juez Basualdo

El juez que por decisión evito ser juzgado por su desempeño relacionado al Juego Clandestino, ha sido el Juez Basualdo, cuando el 5/12/2023 por votación de escaso margen se resolvió no llevarlo a Juri. Los votos a favor del inicio del juicio fueron los del presidente de la Corte, Daniel Erbetta, los representantes de los colegios de Abogados de Venado Tuerto y Rafaela y la diputada radical Georgina Orciani. En tanto votaron por la negativa, cerrando la posibilidad de establecer la verdad en un proceso fueron: Rafael Gutiérrez, Mario Netri, María Angélica Gastaldi, Eduardo Spuler, Roberto Falistocco y el senador Joaquín Gramajo.

El procurador de la Corte en su acusación, señalo que Leo Peiti había revelado los lugares y fechas en que se habría encontrado con el Juez Basualdo, investigación, en la que corroboró las circunstancias, momentos y lugares señalados por Peiti a través de la geolocalización de los celulares suyo y del propio Basualdo. Tornaron muy sospechosa la conducta del Juez Basualdo.

La denuncia que formuló la Procuración de la Corte a cargo de Jorge Barraguirre, incluyó como pruebas la desgravación de llamadas telefónicas entre Peiti y su esposa y con un socio que trabajaba para él en Reconquista. Cuando Peiti le comenta de las tratativas con el magistrado le aconseja que avance porque es “un pingazo que le va a dar una mano”.

Una de las pruebas de la investigación surge de una primera declaración de Peiti frente al fiscal rosarino Luis Schiappa Pietra, quien al preguntarle al capitalista de juego por «el regalo dado al magistrado», Peiti respondió: “1.000 dólares en cada oportunidad. Entre el 2018, el 2019, en el transcurso de esos años». El extracto corresponde a la declaración de Peiti, condenado en diciembre de 2021 como organizador de una asociación ilícita, cohecho activo y organización y explotación

La apertura de teléfonos y la geolocalización de llamadas permitieron corroborar que al menos dos de los tres encuentros en los que Peiti dijo que le entregó el dinero al juez fueron reales -los días 20 y 27 de agosto de 2017- en función de conversaciones previas y posteriores reconstruidas de los teléfonos con un socio de su organización en Reconquista (Darío “Macho” Pérez), de una charla con su esposa y por la geolocalización de los celulares de Peiti y el juez.

La investigación corroboró que estuvieron en la misma zona a la misma hora. En Pellegrini y Laprida y en la estación de servicios Shell de Juan José Paso y avenida de Circunvalación, ambas en Rosario. En una de las conversaciones de Peiti con Pérez refiere que esa noche Basualdo viajara de Rosario a Reconquista, lo que también se corroboró en el análisis de los impactos de la línea correspondiente al magistrado, constatándose que el desplazamiento desde Rosario en la ruta. El tercer encuentro fue en Reconquista en la estación de servicios del ACA.

Insistimos enfrentando una madeja enredada de actores, bufones y correveidiles. Por qué Gerosa, por primeva vez incluye al Juez Basualdo, quien casualmente ha sido el emisario del mensaje apretador del Fiscal Rubén Martínez, según la denuncia presentada ante la mismísima Corte Suprema, denunciado por el juez Santiago Banegas.

La respuesta en los incrédulos, es que Gerosa se sintió abandonado por Martínez. La de los ingenuos, que fue un lapsus inconsciente; y la de los más perspicaces yace ante un Gerosa que está avisando que “no piensa irse solo de la sede del Palacio de Justicia de Reconquista”. ¿…?