Desde el Ministerio de Integración propusieron la medida que implicará el alojamiento de los inmigrantes en un terreno aislado y en mal estado.
El gobierno de Dinamarca anunció esta semana un plan para trasladar a una isla remota y contaminada a extranjeros “no deseados” porque “tienen que sentirlo”. Asociaciones de derechos humanos ya hicieron sentir su rechazo, pero la medida fue apañada desde el Ministerio de Integración.
El centro de acogida -o de aislamiento- estará ubicado en Lindholm, una isla al sureste del país destinada durante casi un siglo a experimentos con enfermedades contagiosas de animales.
“No son deseados en Dinamarca y tienen que sentirlo”, expresó la ministra danesa de Integración, Inger Støjberg, quien anticipó que la semana próxima no asistirá a la cumbre sobre Inmigración de la ONU en Marruecos.
“Los extranjeros que han abusado de la confianza de la sociedad danesa y cometido actos criminales deben tener las condiciones más austeras posibles y ser controlados de forma consecuente”, argumentó Støjberg.
El polémico plan, que está a un paso de la ilegalidad, fue acordado el viernes pasado entre el gobierno liberal-conservador y sus socios del Partido Popular Danés (DF), de tendencia xenófoba, como parte de las negociaciones anuales por el presupuesto.
La isla de Lindholm fue vendida al Estado danés en 1925 y desde 1926 albergó ejemplares de ganado enfermo en su centro de estudio de virus para ser examinados, pero en julio de 2018 se dispuso el cierre de ese laboratorio.
Ahora, el Gobierno danés espera usar el espacio vacante para albergar a más de un centenar de inmigrantes que cometieron delitos mezclados con aquellos que tienen rechazadas sus solicitudes de asilo pero no pueden ser deportados a sus países de origen.
La “colonia” sería inaugurada en 2021, una vez que la isla haya sido limpiada y saneada para albergar vida humana. Para eso el Gobierno de Copenhague invertirá unos 115 millones de dólares en los próximos cuatro años, informó el diario The Washington Post.
Una vez en funcionamiento, la localidad en la isla tendrá un ferry diurno a la pequeña localidad de Kalvehave, pero los habitantes de Lindholm deberán regresar a la noche o en su defecto serán encarcelados.
La isla en sí misma no será una cárcel formal, pero tendrá una fuerte presencia policial.
“Minimizaremos la cantidad de frecuencias del ferry tanto como sea posible. Lo haremos tan molesto y tan caro como se pueda”, dijo al canal TV2 el vocero de extranjería del DF, Martin Henriksen.
Obviamente la medida fue comparada con las más brutales formas de discriminación por parte de organismos de Derechos Humanos.
“Exigimos que el gobierno y el Partido Popular Danés pongan fin a sus planes y mejoren las condiciones de todos los solicitantes de asilo rechazados en Dinamarca”, exigió Steen D. Hartmann, miembro del movimiento “Stop Discriminación”.
Mientras tanto el Instituto de Derechos Humanos consideró la medida “al borde de la legalidad”, ya que se trata de personas que cumplieron pena y no se les puede privar de libertad.