La comodidad de ser oposición no le resulta funcional a la dinámica diaria de su cotidianeidad. Hombre de acción acostumbrado a avanzar más allá de debates y reflexiones. Eduardo Richter, favorecido por las encuestas con que supera en más de 12 puntos distantes al mejor posicionado en el Frente Progresista Cívico y Social de Villa Ocampo en la disputa por la intendencia, se muestra de perfil bajo, sin embargo, comprometido con un proyecto de ciudad que entiende, debe transformar las estructuras institucionales, sociales e históricas de la localidad. Entiende que tales disposiciones son funcionales a un conservadurismo que explica la actual situación decadente de la ciudad: sus empresas emblemáticas cerradas, una desocupación altísima que devenga en carencias sociales que se puede advertir en los barrios mostrando su cara más real. Más brutal. Más indignante.
De un Richter ocupando su tiempo en avanzar en proyectos, hoy se muestra más estudioso del terreno, más riguroso en sus análisis y más estructurado en su mirada en la que intenta no solo explicar la actual situación de la provincia, el departamento y la ciudad. “Siempre, lo que sucede es hijo de decisiones anteriores. Nada ocurre porque sí. Hace tiempo que adelantábamos que el proyecto de la obra pública, si no va a acompañado de un proyecto de ciudad, un proyecto político, no solo que los resultados esperados no se dan, sino, que el efecto contrario al deseado te golpea en la cara. La actual gestión abordó a la obra pública sin mediar otras cuestiones ni resolver las carencias que devengan de la falta de esas políticas. Que tengamos el complejo ARNO cerrado, sin posibilidad de reabridlo con sus tres eslabones no solo es la resultante de coyunturas; es la expresión de la ausencia de políticas que se desatendieron ante la necesidad de enfatizar en el cuidado de nuestras empresas, mano de obra y fortalecimiento económico que esas industrias nos brindaron tanto tiempo, incluso, en épocas de agudas crisis que debimos soportar”, clarifica.
Ante la unidad del peronismo, cuyos conflictos se logró resolver en internas superadas en campañas anteriores, Richter lo advierte como una particularidad del propio peronismo. Todas las líneas existentes del PJ siguen trabajando en pos de la defensa de un proyecto. Lo que diferencia de años anteriores, es que se logró articular y complementar perfiles que resolvieron una unidad que permitió que en las últimas elecciones lograra superar en 11 puntos por encima del oficialismo. En la actualidad, se fortalece un peronismo complementarios, versátil.
“El peronismo, como alternativa electoral, sufre las internas y no siempre lo posiciona mejor de caras a la gente en esas instancias. Pero entendemos que las internas son necesarias y resultan ante la exigencia de procesos que legitiman cargos, espacios e incluso, proyecciones de nuevos dirigentes. Las últimas internas comprendimos todos que el tiempo de dirimir estos espacios quedaron zanjados. Desde ese momento estamos trabajando no en la configuración de espacios, sino, en el aporte que cada línea hace a un proyecto político que debe fortalecer acciones desde el municipio conforme a alejarnos de un proceso que entiendo agotado en sí mismo y que debe virar en busca de nuevas alternativas, nuevos caminos con nuevos actores”, señala Richter. “Queremos ganar y recuperar la municipalidad para poner en marcha un nuevo proceso político que Ocampo espera desde tiempo”, agrega.
Con internas zanjadas ante un peronismo que calienta turbinas favorecido con los últimos resultados electorales – 11 puntos arriba – y encuestas realizada hace no menos de un mes cuyo candidato supera en más de 12 puntos al mejor posicionado del FPCyS, Richter sin mucha prensa y exposición se vale de su mejor perfil garantizando la reaperturas de empresas, reconversión del sistema productivo e industrial, bajar índices de desocupación reinantes proponiendo que la ciudad de Villa Ocampo vuelva al concierto regional recuperando su tradicional peso específico que lo ha caracterizado por décadas.