El Cáncer De Mama Y El Alazán De Tata. Un Concejo Desorientado

La historia de los pueblos consiste en hechos, sucesos y decisiones que establecen, según esos recodos, paradigmas, costumbres e identidad. La historia política de Villa Ocampo y la de los últimos 15 años se reduce solo a la venta de humo – sin cenizas -, vaciamiento de los discursos y la disolución de espacios representativos de cualquier naturaleza. Discursos inocuos, insustancioso y cortoplacistas mantienen en la palestra a cualquier periquito.

Mientras la ciudad dulce y cordial se debate en cierres de comercios y una desocupación galopante – que incluyen ollas populares – con largas colas esperando la indignante porción de guiso -, el Concejo Deliberante de Villa Ocampo se debate entre trivialidades y avances que técnicamente se reduce en un absoluto disruptivo engañoso con el contexto.

Quien fuera presidente del cuerpo deliberativo – 2020 – con mayoría simple en ese año presentó una ordenanza a pedido de organismo locales al cuidado de animales, mascotas y control poblacional de gatos y perros. La ordenanza fue redactada y presentada por Gustavo Volkart bajo el asesoramiento de organismo nacionales sobre el tema. Ordenanza – 1571/20 – que pocas veces o nunca se aplicó y fuera reemplazada por decretos municipales que terminaban siempre contratando al mismo profesional – Duilio Bled – en términos, particularmente, afectado a castraciones de perros y gatos.

El profesional citado está afectado a tales menesteres bajo un decreto municipal que amplía sus facultades sobre otras áreas que controla – sanidad – cobrando un plus al Ente por los trabajos realizados. En la última sesión el Concejo Deliberante debate tras una resolución que pide dar de baja al decreto municipal argumentando que infringe normas en la que se advierte “incompatibilidad” por parte de Bled. Fue difundida la resolución en cuestión en un medio de comunicación local advirtiendo su carácter incompatible.

Lo hicieron Volkart y Zoloaga – Concejales PJ -, cuando ambos ediles infringieron e infringen leyes provinciales que prohíbe asumir como concejales ostentando cargos al ser contratados por organismos nacionales: Volkart en el ANSES y Zoloaga en el PAMI. Este último caso deberá ser tratado con rigurosidad y premura en el recinto deliberativo local. Una situación que expone a todo el cuerpo deliberativo a una situación irregular y sin precedentes. Al ser expulsado Volkart del ANSES regularizo su singular situación luego de sostener esta irregularidad por 9 meses consecutivos cobrando abultados haberes bajo circunstancias irregulares y reprochables.

Por lo pronto, desde la resolución se abre una discusión técnica conforme a establecer dónde se encuentra la incompatibilidad de Bled y, en su defecto, el decreto según la naturaleza del instrumento municipal en vigencia. Lo cierto es que lo debatido en el Concejo es una RESOLUCION cuya jerarquía y poder está por debajo de un decreto municipal. Para anular el DECRETO citado se debe aprobar una ORDENANZA y no una simple resolución como lo presentado el ultimo miércoles en el recinto.

El decreto municipal no debería ser utilizado habiendo una ordenanza en vigencia. La ordenanza presentada por Volkart – 1571/20 – y aprobada oportunamente por el Concejo tiene vacíos técnicos que impiden su aplicación: Según la ley nacional se debe establecer un parangón instruido en la cantidad de habitantes de la comunidad conforme su regulación y aplicación. Según la nomenclatura establecida por el organismo nacional aplicada a los habitantes de Villa Ocampo instruye en la necesidad de castrar unos 208 o 210 gatos y perros mensualmente.

La ordenanza – 1571/20 – no tiene ese instrumento, sumado a que tampoco establece mecanismos claros de contratación de profesionales para los servicios en cuestión y, lo más importante, no establece en ninguno de sus articulados el PRESUPUESTO destinado a financiar su ejecución y funcionalidad. Una ordenanza inocua, insulsa e inservible, caracterización que la convierte en ineficaz – ineptitud – e inaplicable.