En base a los datos recabados por el fiscal de turno, el doctor Juan Carlos Koguc, y la denuncia efectuada por el vecino de la víctima, Juan Carlos Cardozo de 59 años, vivía consumiendo bebidas alcohólicas, por lo tanto era un borracho consuetudinario, de esos que consumen un poquito de bebida y ya están ebrios, pasado el mediodía del viernes 30 de agosto, prendió fuego en los alrededores del patio de su casa, desde donde se expandió, contó su vecino de apellido Prieto y luego lo vio cuando intentaba controlarlo.
Como el fuego se extendió hacia el campo vecino, se arrimó y encontró a Cardozo ya fallecido, quemado. Afectó también la caña de azúcar que tenía sembrada en su campo Rubén Carlos Quaín, el intendente de la Ciudad de Florencia. De acuerdo al informe de la doctora Jésica Cerf del departamento científico forense de Reconquista, el óbito no presentaba ningún signo de violencia, estaba quemado el 90% del cuerpo y debido al estado de ebriedad y el humo que aspiró, se desmayó y cayó a las llamas producidas por el incendio del cañaveral, donde pereció quemado, porque no hay rastros que la víctima haya intentado alejarse del fuego.
El doctor Koguc solicitó expresamente a la policía que no se tocara el cuerpo, hasta tanto no fuera examinado por la científica del cuerpo forense judicial, para resguardar la escena y comprobar que no haya existido un ilícito; la doctora Cerf confirmó lo anteriormente expuesto, por ello, el cuerpo fue entregado a sus familiares para que se ocupen de los restos como corresponde.
El productor agropecuario e intendente de Florencia, Rubén Carlos Quain, propietario del campo afectado, dijo que cuando salió de la municipalidad, después del mediodía del viernes 30 de agosto le avisaron que… “¡¡¡Calicho Cardozo prendió fuego a la caña!!!. Me llamó mi secretario y me dice que iban a intentar apagar el fuego, yo me acosté y al rato me dicen que Cardozo murió quemado. Me contaron que estaba bastante tomado, él vivía en una casa lindante, era una vivienda de un programa nacional, que antes era de otra persona que también falleció ahí. Cardozo era de tomar bastante seguido, lo que quemó es caña vieja, sin valor, solo se puede usar de forraje para animales”.
Cardozo vivía solo en esa vivienda pero tiene muchos familiares en la ciudad, eran quince hermanos, ocho de las cuales ya están fallecidos, nunca formó pareja, no tenía hijos, y poseía una pensión social, que le permitía vivir en esas condiciones, nos dijo una de las hermanas.