Luego de cuatro períodos consecutivos logrando la presidencia del cuerpo deliberativo y, atento a resultados electorales adversos, el peronismo resigna una banca perdiendo la mayoría simple, la presidencia y el control del cuerpo. El paduanismo recupera equilibrio en las fuerzas y se hace de la presidencia en la figura de Cristian Marega secundado por Dubouloy y Bulacio. Su inacción y falta de capacidad política, al PJ le costo un serio retroceso.
Cuatro años de lograr la presidencia y dos del control del cuerpo deliberativo en la que no se avanzó un céntimo en el fortalecimiento y bases de un proyecto social, productivo y político, el PJ ocampense perdió el control del único instrumento de poder desde donde contaba con la fuerza necesaria destinada a establecer políticas, preceptos y proyecciones instaurado en plataformas progresistas perfilando un proyecto definido que al mismo tiempo hubiera marcado significativas diferencias con los precepto paduanista y conservadores que lo caracteriza.
No se pudo avanzar en la creación de un instituto de estadística y censo que habría de dotar de información poniendo la lupa en conocimientos reales de pobreza, indigencia, desocupación, analfabetismo, oferta del mercado laboral, mano de obra calificada, industrias, micro Pymes, mercados, consumo, producción, prestaciones incluyendo administración de justicia sumado la serie y recurrente deficiencia habitacional que Villa Ocampo padece en términos de proyección y acumulativos.
La mentada creación y contratación de UNCAO – Universidad Virtual – que habría de albergar a miles de estudiantes de bajos recursos de distintos barrios no recibió un mínimo interés al tiempo que el control del Concejo lo permitía habiendo obtenido la presidencia cuatro años y la mayoría simple en dos años consecutivo. No se generó una sola ordenanza ni debate que apuntara a recuperar mano de obra en proyectos productivos primarios y/o elaborados al tiempo que Ocampo se debate, al perder sus industrias madres, la triste realidad que se advierte con relieve su elevada desocupación precarizando la vida de miles de sus vecinos. Apostó por transferir culpas a tercero reclamando al ejecutivo la aplicación de políticas en la que el paduanismo no cree ni las prometió en sus 14 años al frente del palacio municipal.
Gran parte de los resultados adversos obtenidos en su última contienda electoral se explican en su inacción y falta de visión política al detentar poder sin mostrar capacidad para aplicarlo. Volkart obtuvo en términos relativos – padrón menor – los mismos votos obtenido en el año 2009 por Ernesto Rano quien se debatió en el peor momento político del PJ luego de perder la municipalidad al tiempo que fuera humillantemente desalojado Rolando Antonio Casali.
En lo que se sentenciaba el ocaso del paduanismo y su febril retirada, ante una estrategia electoral, las fuerza partidarias del oficialismo se recuperan y fortalecen sus huestes librando equilibrio en el recinto deliberativo mientras que el PJ deberá debatir su recuperación del golpe recibido que dañó seriamente sus estructuras íntimas y sus eternas estrategias.