El gobernador de Santa Fé quedo en el centro de la polémica tras una millonaria asignación. La empresa beneficiaria tiene un historial de polémicas y ruidos en el Estado. El Gobernador Maximiliano Pullaro y la preadjudicación multimillonaria a Edenred.
Un nuevo escándalo sacude a la provincia de Santa Fe tras la preadjudicación de un contrato multimillonario para el mantenimiento integral de la flota de vehículos oficiales de la Policía de la Provincia de Santa Fe y del Servicio Penitenciario Provincial mediante una red de talleres con una plataforma web de gestión. La empresa favorecida, Edenred, recibirá un monto total de $3.435.821.928,00 por sus servicios, según la licitación acelerada Nº 25/2024. Sin embargo, la controversia no solo radica en la elección de una empresa con un historial de corrupción, sino también en los altos costos asociados a este contrato. Se estima que el sobrecosto por contratar a Edenred es de más de 600 millones de pesos por año, lo que ha generado un fuerte rechazo entre la oposición y la ciudadanía.
Lo que ha generado aún más indignación es que Edenred no es una administradora de flotas, sino una empresa financiera. A pesar de esto, el pliego de la licitación parece haber sido dirigido específicamente a Edenred, armado a medida para favorecer a esta compañía, lo que ha despertado sospechas sobre la transparencia del proceso. De hecho, ya se han presentado denuncias ante los organismos competentes por la falta de respuesta y claridad en el proceso licitatorio, lo que refuerza las críticas sobre la gestión del Gobernador, Maximiliano Pullaro.
La compañía, conocida por ser la creadora de los famosos Ticket Canasta, está siendo investigada por su involucramiento en casos de soborno a un diputado en 2007. En ese caso, los directivos de la entonces llamada Accor Services intentaron sobornar con 20 millones de dólares al diputado Héctor Recalde para frenar una ley que perjudicaba sus intereses comerciales. Este escándalo derivó en condenas para los representantes de la empresa en Argentina.
Desde el cambio de nombre a Edenred en 2010, la compañía ha continuado operando en el país, y recientemente ha sido vinculada a otros casos de corrupción, como los relacionados con la empresa de seguridad privada Securitas, que admitió el pago de sobornos a funcionarios entre 2014 y 2018. Este historial de corrupción y las investigaciones en curso han puesto en tela de juicio la decisión de preadjudicar a Edenred este contrato tan significativo y de alto valor.
Además de estos problemas, Edenred ha sido acusada de precarizar a los talleres mecánicos con los que trabaja, cobrando comisiones extorsivas por el pago adelantado de sus servicios. Esto no solo perjudica a los talleres, sino que también favorece a proveedores amigos de la empresa, quienes operan sin el debido control ni auditorías, lo que agrava la situación.
La empresa no solo es conocida por su historia de prácticas corruptas, sino también por su deficiente servicio, evidenciado en las múltiples quejas de usuarios en redes sociales por el incumplimiento de sus obligaciones. La elección de Edenred ha encendido el debate sobre la transparencia y la ética en la gestión pública en Santa Fe, cuestionándose por qué se eligió a una empresa con semejante historial para un contrato de tal envergadura.
“El escándalo recién comienza, y tanto de oposición como desde la opinión pública vamos a pedir explicaciones claras y acciones concretas por parte del gobierno provincial ¿Qué motivos llevaron a la elección de una empresa con semejante historial? La sombra de la corrupción vuelve a manchar la gestión pública” , explicó un diputado a este medio.