Un triunfo que se previa ajustado, finalmente y en las urnas, dio respiro marcando una tendencia clara en favor de cuya obtención de votos el actual presidente del Concejo Deliberante, y luego de 16 años de paduanismo, inaugura una nueva etapa política en la ciudad norteña. Queda desde aquí y al comienzo de su gestión ver qué perfil tiene su gabinete y en rigor de los cuales instaura su flamante mandato.
Pasada las 20 horas de este domingo 10 de diciembre había ya una clara tendencia ante los votos escrutado advirtiendo que el nuevo intendente de la ciudad de Villa Ocampo, finalmente, consagró a Cristian Marega, actual presidente de concejo deliberante. 16 años al frente del palacio municipal por parte de Enrique Paduán ante un claro e inevitable desgaste le habría jugado muy en contra a su delfín. Datos y especulaciones sumado a sensaciones adjuntadas en la calle dieron por tierra cualquier especulación.
Ante un claro resultados que consagra a Maximiliano Pullaro Gobernador y la repitencia habiendo sido elegido nuevamente Orfilio Marcón como senador provincial por el departamento Obligado, circunstancia de campaña que amplía perspectivas crecientes a la hora de sustentar un proyecto para el norte y, particularmente para Villa Ocampo de la mano de la nueva figura política en la ciudad luz y cordial, se debe esperar bajar las espumas de exitismos lógicos, destinado a escuchar y analizar lo fino de Cristian Marega y su hegemonía inaugurada a partir del 10 de diciembre próximo. Tema crucial que en campaña tuvo poca trascendencia evitando ser abordada con profundidad.
Cristian Marega, que aposto a una campaña mas recostada sobre la gestión Paduan y un Richter que explicó un proyecto productivo destinado a recuperar puestos de trabajo a partir de una fuerte inversión fortaleciendo micro pymes y emprendimientos, sopeso en un electorado que decidió dar continuidad a una gestión que en su nueva cara, no se alejó de lo propuesto en estos últimos 16 años al frente del palacio municipal.
Es difícil suponer que Marega sea la copia calcada del paduanismo. La sociedad, más allá de elegir una gestión que potencio gestiones munícipes, esta obligada a dar un golpe de timón sobre cuyas bases estructurará un perfilamiento aggiornado y superador a lo ya culminado.
Eduardo Richter, ya con su tercera elección culminada con resultados adverso, será un actor decisivo pero secundario en las huestes del peronismo ulterior que, deberá replantearse decididamente nuevas estrategias y fortalecimiento dentro de sus propias fuerzas. Una nueva gestión que comenzará en breve y un peronismo golpeado que tendrá que reaccionar ante su nuevo desafío institucional en el marco de una democracia cuya elección se polarizó, cumpliendo su rol opositor con mas inteligencia y perfil, del que albergó en estos últimos años.
Cristian Marega gestionará ante un gobernador de su palo y un senador amigo. Un Concejo deliberante a fin y un peronismo lamiéndose sus heridas. Todo está en vísperas y definiciones. Todo está por escribirse. Todo está por decirse…