Una intervención ilegal y tomada de los pelos, además de ser pedida a la carta por un capanga, ante publicaciones en redes sociales queda al desnudo que el actual interventor, Domínguez, decidió cortar lazos con el ex presidente de comuna y denunciarlo públicamente. Aurelio Andreu debe rendiciones de obras menores desde el año 2017, razón por lo cual, se recortó gran parte de las partidas. Hasta el momento no se sabe los destinos de los millones que se cobro por tasas por hectárea.
Las ultimas publicaciones que pusimos como evidencia sobre la localidad de Golondrina fue el escaso y poco responsable trabajo de quien fuera asignado como interventor de la comuna de la localidad citada. Un cumulo de irregularidades protagonizadas por Aurelio Andreu nunca fueron denunciadas y la connivencia entre ambos, era evidente y publica.
Gran parte del parque automotor y herramientas pertenecientes a la comuna poblaban el patio delantero de la casa de Andreu. Por información institucional este editorial tenía información del sin numero de rendiciones que la comuna de Golondrina debía a la administración central y al Tribunal de Cuentas de la provincia. Desmanejos irresponsables que explica la cantidad de veneficios que la localidad dejó de recibir que, al cerrarse o abandonarse esas actividades, la sociedad en su conjunto debió sufrirlas en carne propia. Entre otras, el interventor designado debió haber denunciado a poco de asumir.
Pasaron mas de 60 días de haber asumido Domínguez y poco se sabe de irregularidades que se ven desde la luna. El gran botín de estas comunas son los montos que anualmente se cobran en razón de la tasa por hectárea, del que jamás se habla ni se rinde cuentas. Golondrina tiene previsto para el año en curso, cobrar mas de 100.000.000 millones solo por este concepto. Hasta donde se supo, la familia de Andreu hablaba con los productores solicitándole el pago del impuesto/tasa por servicios que jamás cumplieron su contraprestación.
Este fin de semana pudimos observar que en la página oficial de Facebook de la comuna de Golondrina se deja al desnudo el festival de rendiciones con los que Aurelio Andreu no cumplió. Se debe investigar cual fue el destino de los últimos fondos recibidos dado que no pudo presentar rendiciones de sus gastos. Se presume, malversación de fondos utilizados en pagos indebidos o inversiones en campañas electorales, o sencillamente, engrosó sus cuentas personales. En plena desarrollo de sus actividades como Pte. Comunal, Andreu vendió un camión batea sin cumplir con los requisitos exigibles en términos administrativo no dando cuentas del destino de esos cuantiosos fondos público.
De presentar documentación oficial a la justicia ante hechos de evidente irregularidad y corruptela, Andreu podría quedar seriamente comprometido ante la justicia y como consecuencia, quedar imposibilitado de poder presentarse nuevamente como candidato, o ejercer un cargo público por el resto de su vida. Todo depende de la honestidad y responsabilidad de interventor Domínguez. Destino similar corre quien es personal de planta del palacio comunal en su carácter de secretario de gobierno, Sr. Iza, quien aparece como cómplice o participe necesario en maniobras delictivas y reñidas con la legalidad.