La Argentina Profunda. Los Tiempos Y La Colonia

Por Huber Cracogna

El fascismo, una deformación subsidiaria y maligna del nazismo, son entidades que se han desplegado en la Europa clásica en varios siglos. Alcanzó sus albores en la América colonizada, como postulado hereditario y reestructurado su organicidad en la Argentina ante los movimientos migratorios de finales del siglo XIX y principio del Siglo XX. Desde la verdadera genealogía de los argentinos – puerto Buenos Aires y barcos nacidos en el horizonte del este – también llegaron los defensores de la anarquía y los principios del socialismo, la solidaridad y la humanización que instruyeron en el comienzo y la instauración de partidos políticos de raigambre popular. De allí nació el radicalismo irigoyenista, el justicialismo de Perón y el socialismo de Palacio.

La revolución francesa estableció los postulados de las democracias burguesas del occidente y, aunque tales burgueses lograron sentarse en la mesa de decisiones política en representación de las masas populares – inexistente hasta esa instancia de la historia – los intereses de la aristocracia y el avasallamiento de los poderosos jamás cesó. La emblemática frase definitoria pronunciada por Carlos Marx – la política no es otra cosa que la eterna lucha de clases – a partir de esas reformas se avivó el debate, ensordeció la codicia y las democracias no alcanzaron a responder conforme las demandas populares reclamadas en foros institucionalizados. Casi 300 años surcaron hasta el presente. Los ricos son más ricos y los pobres no solo son mas, sino, más pobres.

El entretenimiento mediático y la falacia que presenta en la actualidad una democracia que se limita solo a votar – sin participación alguna – justifica represiones en las calles, presos políticos, linchamiento mediático y persecución judicial a todo aquello que se emparente con cualquier cosa que tenga que ver con demandas populares y reclamos de sectores vulnerables: Por falta de mantenimiento que se escusa detrás de la falta de presupuesto oficial explotaron cocinas de escuelas que cobraron varias vidas. Se acaba de sacar del calendario oficial de vacunas en el sistema de salud pública varias de las que prevenían enfermedades que la Argentina tiene superado tres rebrotes en su pasado inmediato. El sistema educativo público se cae a pedazos y como contracara, en los últimos meses de este país se fugaron algo más de 55 mil millones de dólares atravesando un agujero negro que se financia con deuda externa y la entrega de la soberanía nacional.

Los valores en cómo medir no a un país pujante en lo económico sino, en políticas que establezcan igualdad se mide por su calendario de vacunas, la cantidad de escuelas, terciarios y universidad públicas que sostiene sus políticas de ESTADOS sopesando cuánto impuestos se les grava a los sectores pudientes de la economía: Se retiró al ESTADO, se resiente la educación, se resiente la salud, se paró la obra pública. Se quitó impuestos a los ricos, se quitó retenciones a las corporaciones agroexportadoras y se graba impuestos al producto exportable elaborado por la industrial nacional. La economía dolarizada está atada a los caprichos e intereses de multinacionales y el poder adquisitivo de la población se esfumó en la desesperación que aún respira con la usura privada y préstamos de organismo de estado que facilitan con los mismos porcentuales de intereses aplicados. En este contexto, la gestión Macri se muestra preocupado por el déficit fiscal y comercial justificando mas ajustes sobre una crisis provocada para transferir recursos de sectores populares a foros concentrados de la economía financiera.

La primera experiencia aplicada de un modelo rebosado de inequidades y de deudas, su aplicación fue acompañada de tanques en la calle y la militarización del país en el año 76´. La segunda experiencia fue aplicada en los 90´, calificada como la Era Nefasta. A poco de que sus consecuencias aún la seguimos pagando con bolsones de desigualdad la argentina decidió jugar al desmemoriado y sostiene un modelo que desconoce los procesos históricos que se debaten desde la revolución francesa, La Primera Junta De Gobierno, Gestiones De Factos, Corporaciones Financieras Y La Cartelización De La Obra Pública, cuyo nefastos paradigmas explica acabadamente las vergonzosas fortunas de gran parte de quienes hoy instruyen al actual gobierno.

LA DESMEMORIA COLECTIVA. LA INSENSATEZ SUPREMA

No resulta difícil explicar conductas que a la luz del sentido común solo proclaman y sustentan la falta de espíritu crítico, desmemoria colectiva y desclasamiento social. El odio inoculado desde los medios periodísticos presentando una realidad a instancia de una pos verdad cuasi infantil, imprimen comportamientos que explican cómo gran parte de una sociedad favorecida con políticas atravesadas por “ascenso social” hoy despotriquen contra desocupados, asistidos y pobres que reclaman. En el abanico de estigmatizados nunca falta la colectividad colombiana, paraguaya, boliviana y peruana.

Los viejos preceptos fascistas de siglos pulidos y refinados en la Europa de antaño, siguen tan vigentes como el tiempo mismo. Inocular odio, anular el pensamiento y espíritu crítico aboliendo la pertenencia de clases fue convidado por la dinámica que estampa el sentido común y sus benefactores. La argentina actual no retrocedió décadas ni intenta parecerse a Venezuela; ha puesto su mirada en los albores del siglo XIX y decidió postular en casa de gobierno a un virrey – anglosajón – que mejoró las cuentas bancarias de varios de los suyos financiado con deuda externa y la entrega de la soberanía nacional conjuntamente con el 65 % de la población que sobra en este modelo.

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