La Caída De Las Ventas Profundiza La Crisis

Casi 1.500 trabajadores de la automotriz cobrarán el 70 por ciento del sueldo hasta fin de enero. La fábrica de heladeras licenció al personal durante octubre. La carrocera cierra hasta fin de año y pagará la mitad de los salarios.

La empresa automotriz General Motors comenzó ayer con un sistema de suspensiones y bajó a un turno de producción la actividad en su planta de Alvear. La medida que abarca a casi 1.500 trabajadores, regirá hasta finales de enero del próximo año e implica que los trabajadores cobrarán el 70 por ciento del sueldo. Fue la salida consensuada con el gremio Smata para tratar de evitar despidos. En tanto la fábrica de heladeras Electrolux (ex Gafa) decidió licenciar a todo su personal durante octubre. La medida fue tomada para bajar el costo operativo, dado el descenso abrupto de las ventas y el exceso de stock almacenado. En la misma jornada se conoció que la carrocera Helvética, de Cañada de Gómez, cerrará su planta hasta fin de año y suspenderá a sus 90 trabajadores, quienes cobrarán la mitad del sueldo hasta diciembre. La abrupta caída en las ventas del orden del 80 al 90 por ciento fue el motivo esgrimido.

Las suspensiones en la planta automotriz de Alvear afectará a 1.463 trabajadores, quienes cumplían funciones en dos turnos de producción, ahora reducido a uno. “Lo que luchamos es para que la gente se quede en el sistema de trabajo. Y con este acuerdo logramos que no se despida a nadie”, dijo Marcelo Barros, dirigente de Smata.

“Podemos negociar todo lo que quieran, pero con los trabajadores adentro”.

El gremio acordó suspensiones que van de 7 a 10 días por mes a cada uno de los operarios. “Le dijimos a la empresa que podemos negociar todo lo que quieran, pero con trabajadores adentro”, remarco el líder sindical.

“Todos los que intervienen en la fabricación del Chevrolet Cruze, el auto que sale de la línea de producción, saben que las ventas al mercado interno cayeron, que la exportación prevista a Brasil se redujo, que la empresa tiene acumulado stock de más de 20 mil vehículos que no puede colocar. Y en ese marco de incertidumbre, la tranquilidad que les dio el gremio es que de acá al 31 de enero que viene no habrá ningún despido, aunque de los dos turnos de trabajo que tienen actualmente pasarán a tener uno. La mala es que las suspensiones no solamente afectarán a General Motors sino también a las empresas satélites que trabajan, adentro o afuera, para la firma: En total vamos a tener 2.200 suspensiones”, explicó Barros.

“Esto es lo que pudimos conseguir”, se sinceró el dirigente sindical para quien la clave está en mantener los puestos de trabajo. “Nosotros defendemos que la gente no salga del sistema, porque después se hacen monotributistas y no vuelven a entrar nunca más”, explicó.

Algo similar está pasando en Helvética, la fábrica de acoplados y semirremolques que ocupa tres manzanas en el macrocentro de Cañada de Gómez, donde es una de sus principales industrias. Hasta el año pasado producía entre 50 y 60 unidades al mes, pero el mes pasado sólo se fabricaron 5 acoplados.

“La caída de ventas es insostenible, y así están todas las industrias. En el caso de Helvética, hubo diálogo con la UOM y llegaron a este acuerdo para no dejar sin trabajo a nadie ante la necesidad de hacer una reducción salarial hasta fin de año para ver cómo se va moviendo la economía”, expresó Marcelo Cogno, secretario de Producción municipal de esa ciudad.

Finalmente ayer también se conoció que la fábrica de heladeras Electrolux decidió licenciar a todo su personal durante octubre. La situación de los casi mil empleados que cumplen tareas en la planta ubicada en Battle y Ordóñez al 3400, preocupa al gremio metalúrgico, en el actual marco de recesión económica y marcado descenso del consumo.

La compañía aclaró que continuará abonando los sueldos al 100 por ciento. Con esto, pretende ahorrar costos de operación innecesarios y evitar el exceso de stock de unidades producidas, ya que la demanda se derrumbó.

El abogado del gremio metalúrgico local, Pablo Cerra fue claro al momento del análisis: «Nosotros hacemos cargo a los empresarios, que son la patronal, pero tampoco podemos taparnos los ojos y desconocer la realidad. Esto no es crisis de una sola empresa, es una crisis de actividad: carroceras, línea blanca, fundiciones, todas atraviesan un momento desolador».