Desde que asumió el nuevo intendente de la localidad de Tartagal ha puesto en valor una modalidad de colaboración social destinado a financiar acción social que obliga a la única pregunta recurrente: ¿Qué hace Nelson Elham con los dineros que recibe de coparticipación y partidas extraordinarias con fines sociales?
No parece que esta práctica obligue a responderse sobre el manejo de fondos, transparencia y destinos que deberían tener los recursos que la comuna recibe en su carácter coparticipable destinados con su objetivo específico: acción social y solvencia a cuestiones inherentes a sendas problemáticas sociales que cada pueblo presenta.
Con una clara intencionalidad de despertar espíritu colaborativo, lo cierto es que la sociedad no tiene obligaciones en financiar demandas de la que el Estado Comunal no solo es responsable en atender de manera excluyente, sino, que mensualmente recibe abundantes partidas de dinero – nación y provincia – con lo cual deberá, o debería, hacerse cargo de esas diarias demandas. De hecho, las partidas para sociales vienen claramente determinadas y ampliadas según gestiones cuyas necesidades se instruyen ante la presencia de comedores infantiles, comunitarios y/o barriales. Esos montos y partidas tienen ese fin específico y claramente determinado. Es absurdo y dantesco que se abran rifas, bingos u otros juegos de azar con el fin de juntar fondos en nombre de la comuna o de alguna de sus secretarías. La comuna tiene financiación propia, no una parroquia, un club de barrio o una kermesse.
Sin duda y ante lo que debería ostentarse como una vergüenza institucional, el presidente de comuna Nelson Elham ha instaurado esta vergonzosa modalidad con fines benéficos y solidarios desde el primer día en que comenzó su gestión al frente del palacio comunal.
Ante el objetivo perseguido: despertar sentires de pertenencia y colaboracionista, la sociedad de Tartagal debería preguntar ¿qué caminos y recodos oscuros transitan los fondos que Elham recibe en carácter coparticipables? que debe hacer beneficios de manera recurrente y reiterados conforme debería financiar Acción Social con fondos que mensualmente recibe de nación y provincia en dos partidas mensuales y consecutivas.