…Y El Pijotismo Contó Un Cuento
Por Huber Cracogna
En tornos a un análisis retrospectivo del peronismo en la provincia y, en particular, del norte provincial, para preocupación e inquietantes formas de verlo, lo que viene ocurriendo en los últimos meses y atento a mandatos dirigenciales, uno advierte que se convive con nuevas formas, nuevas miradas y como usted lo sospecha, las viejas y perimidas prácticas que, si, lo adivinó, las misma que lo llevaron a la derrota y permitió que el socialismo concrete 3 mandatos consecutivo con holgura, sin mayores sobresaltos y hasta con propiedad, siguen intactas y hasta con defensores.
La conducción orgánica del departamento que se dispone en un fino balance que intenta hacer equilibrio entre fuerzas del norte y el sur de Obligado, comienza a arrojar un inevitable choque que poco tiene que ver con los postulados de un fuerte debate. El norte habla de políticas, obra pública, igualdad de oportunidad, restauración histórica, creación de universidades, polos históricos, tecnológicos y culturales sumados a una fuerte construcción colectiva. El sur, simplemente se divierte adjudicándose ser dueños de votos, sin saber muy bien para que los quiere y para qué los necesita. La vieja arenga en sostener una pirámide de poder que alberga pijotistas, correveidiles y alcahuetes rentados.
Gestiones que otrora impulsó el nombre de Eduardo Richter depositando horas de trabajo en la recuperación del acceso y muelle del viejo Puerto Ocampo que forzó la atención del último gobernador peronista en la provincia y se suma una gestión comunal encabezada por Roque Chávez que en un breve tiempo no solo transformó a su pueblo, sino, que ubicó a Guillermina en una perspectivas impensada corriendo los ejes elípticos que en los 80, 90 y parte de 2000 dividían la provincia culminando en la ciudad de Reconquista, forman parte hoy de un debate y fuerzas que no parecen lograr foros de entendimientos ni disposición en la necesidad de articular con ambas entidades conforme a recuperar los espacios deseados: votos como consecuencia de enarbolar un proyecto político.
No fue fácil lograr que alguien se anime a jugar una carta brava en la necesidad de cumplir con mandatos exigibles en la historia. El peronismo del departamento no puede NO tener un candidato a Senador y lo que resulta aún más paradigmático: tener serias chances de ganar y arrebatar el poder a Chacho Marcón. Se habla de la figura de Amado Zorzón – intendente de Malabrigo – quién dispuso de su nombre y estampa y decidido a jugar esa carta que nadie quiere arriesgar ni mostrar. Una nota periodística lo advirtió publicando su candidatura en términos de aval en la mesa de conducción y orgánica del peronismo. En la mesa referida no había más de 10 personas.
No dejan de aparecer los papistas o, para mejor decir en tal ocasión, los zorzonistas mas zorzonistas que Zorzón, que ante la estupidez, ya se comieron la mitad de la legitimidad del posible candidato publicando una información que no fue digerida por el resto del peronismo quién se enteró por medios digitales de una reunión concretada en la ciudad de Reconquista. En la oportunidad, jamás fue avalada la candidatura de Zorzón y lo que resulta más notable; la candidatura no formaba parte de la agenda de discusión. Un afiebrado militante, de los que no faltan, decidió entregar la buena nueva que a poco de ser conocida se convirtió en el lamentable y torpe operativo. Para algunos, el deseo de ganar campañas está por encima de establecer, debatir y aplicar un proyecto que albergue ideas, proyecciones y soluciones destinadas al norte provincial.
Ante sus clamores, necesidades y postergaciones el norte habla de políticas, forma equipos y avanza en un proyecto integrador y decidido a cambiar la historia y alejarse de viejas rémoras que envenenaron a un sector de su militancia. El sur habla de votos, acercamientos a corporaciones y jamás se baja del caballo soberbio de la imposición anulando debates. Con lo cual y antes que ilustrar la figura de Zorzón como posible candidato, habrase de explicar a la sociedad del Norte de toda la provincia que el PJ está dispuesto a recuperar los espacios de poder perdidos, de igual manera que, explicar con voz más alta y clara, para qué quiere el poder y en rigor a qué está dispuesto a utilizarlo. El norte del departamento ya lo sabe.