En un desesperado intento por romantizar la tragedia, los medios regionales publicitan un asesinato en el que ninguno contextualiza responsabilizando decisiones políticas de provincia al cerrar destacamentos policiales en barrios denominados “peligrosos”, y traslados de más de dos centenares de uniformados al sur de Santa Fe. Cabe la pregunta si al remisero lo mato un violento o una inseguridad que trabaja en la oscuridad sin prevención ¿Obrante de un violento o razones partidarias?
“Se trata de Juan Carlos Martínez – 66 – remisero de la Empresa Cordial, ubicada en calle Ley 1420 al 567 de la Ciudad de Reconquista. El presunto asesino fue a la misma empresa a solicitar el servicio y, alrededor de las 3 de la madrugada, Juan Carlos fue hallado muerto dentro del vehículo en Barrio La Cortada. Un vecino fue el que dio aviso a la policía tras el hallazgo del cuerpo”.
“La causa del deceso serían heridas punzocortantes, por lo menos tres que recibió en el cuello, aparentemente con un arma blanca. El médico policial que trabajó en el lugar, al igual que personal de la Policía de Investigaciones, determinó que el cuerpo sea remitido a la morgue para su autopsia”.
Lo que resulta parte de la crónica periodística sobre el aberrante hecho, demencialmente contextualizado en una tragedia lejos de consecuencias cuyas causales se adjuntan ante decisiones de la provincia y denunciada por varios candidatos oficialistas en campaña y “nunca explicado por el arco de concejales opositores” de la ciudad de Reconquista, es que desde los primeros meses del año en curso se cerraron destacamentos policiales de varios barrios considerados de riesgos, sumado al traslado de centenares de uniformados de la ciudad cabecera a zonas considerados de alto riesgos en el sur provincial. Se denuncia mas de 250 uniformados menos afectados a la prevención de la cuidad del norte que fueron retirados conforme destinados al gran conurbanos rosarino.
El conocido remisero, tal como adelantan las crónicas periodísticas, evitan contextualizar el homicidio dentro de una Crónica Anunciada cuyas consecuencias, se construyen en subjetivas fatalidades protegidas por silencio y bajo la complicidad de evitar sembrar clara conciencia en demanda sociales y masivas de mayor protección preventiva, negada por la gestión de la provincia.
Medios periodísticos, mas ideológicos que perceptivos, deconstruyen desde una post verdad alentando un enanismo morboso y onírico.
Sin cuadrillas de uniformados patrullando las calles y desfinanciadas las estructuras de seguridad, la prevención se reduce a un concepto falaz y orientado a explicar un forzoso desamparo sin responsables ni personeros. Un PERIODISMO que analiza desde la aparente ingenuidad ubicando una fatal tragedia en un cielo estructurado en “ineludibles determinismos”, hacen el resto.