La comunidad de Las Toscas recuerda y despide los restos de uno de sus más emblemáticos referentes políticos del norte. Federico Aldo Pezz, nacido en 1929, hijo de inmigrantes, llega a la presidencia comunal en el 1983 de la mano de los albores de la democracia recuperada luego de la caída del gobierno de facto del videlismo. Fue presidente hasta lograr declarar CIUDAD arribando su gobierno hasta el año 2001 en su último período al frente del palacio municipal. Su estatura política, su sensibilidad social y su impronta caudillista logran recaudar su más íntimo y valorado respeto entre propios y extraños. Su perfil Irigoyenista convirtió su admiración por Raúl Alfonsín en su gran figura referencial en lo ideológico y político.
Contaron sus cercanos que en sus viajes a Buenos Aires, en su carácter de Intendente, su gabinete presentaba carpetas y gestionaba logros para los tosquenses en los ministerios nacionales. Federico invertía su tiempo en la capital recorriendo librerías y novedades políticas buceadas en el mundo del pensamiento, en ensayos y análisis. Federico Aldo Pezz, además de un gran político, era un voraz lector intentando comprender su tiempo y estar a la altura de los desafíos. Le tocó superar la era de los 90 en la que de su boca y denuncias, todos los norteños escuchamos por primera vez una palabra que con el tiempo fue una definición: “Cipayos”.
Aborrecía al neoliberalismo y se espantaba al enfrentar políticas que arengaban al individualismo, retirar el estado y poner en rigor y en valor lo que se conoce como meritocracia o darwinismo social. Convencido de sus políticas inclusivas, hermanadas en la necesidad de estar presente con su gestión en los clamores primordiales de todos, le valió por parte de algunos el mote de ser el “mejor peronista de los radicales”. En aquella época, se suponía que esos valores de la política, solo pertenecían al peronismo. La comprensión radicada en diferencias y definiciones ideológicas arribó, su esclarecimiento, mucho tiempo después.
Fue Secretario de Gaspar Strider. Luego acompañó al Presidente comunal Manuel Humberto Chamorro – padre del actual intendente Leandro Chamorro –. En el advenimiento de la democracia ganó su primera elección por amplio margen. Se consolidó en sucesivos periodos por diferencias sustanciales y ante la declaratoria de Ciudad de Las Toscas – 1987 -, fue bendecido con el voto mayoritario de su comunidad permitiendo tener todos los concejales de su partido. Su popularidad cosecho en varias oportunidades hasta el 75 % de los votos en sus distintos períodos gubernamentales.
Dotados de un pragmatismo poco usual su figura política creció al amparo de sus decisiones ancladas considerando cada necesidad de sus vecinos. Sin dudas, su gran dote y el más preciado radicada en su inusual carisma, afabilidad y firmeza. Se acercaba a sus más encarnizados opositores y lograba empatizar con ellos mas allá de las diferencias partidarias y de las coyunturas que podían alejarlo. Federico Pezz era un maestro en el arte de la seducción logrado ante el enorme respeto que siempre dispenso a sus adversarios y críticos. Valoraba en su carácter bucólico los códigos de la política que permitían la convivencia entre adversarios. El edificio destinado a la funcionalidad de la Secretaria de Acción Social construida por Leandro Chamorro, lo honra con su nombre, memoria e inmortalidad.
Hoy domingo se informó de su deceso a los 89 años de edad. La gestión de Leandro Chamorro acaba de decretar 48 horas de Duelo tras la noticia, informándose por parte de sus familiares que los restos de Federico Pezz serán inhumados el lunes a las 09:00 de la mañana. Su pueblo, sus calles, la memoria colectiva y la consideración de propios y extraños ofrenderarán el último adiós a uno de sus más emblemáticos referentes políticos que la ciudad conoció, valoró y no olvidará jamás.