Los Sueños De Revolución Duermen En Invernaderos De Burguesía Y Banales Providencias

Los Sueños De Revolución Duermen En Invernaderos De Burguesía Y Banales ProvidenciasPor Huber Cracogna

Los sueños de cambios y transformaciones son, acasos, más caro en foráneos cálculos surgidos de falsos revolucionarios que solo intentan esconder y disimular sus miedos. Melancólicos de un bienestar que no les pertenece. Vivimos en sueños de libertades que, comercializadas para afrontar controversias mundanas, las cambiamos por integridades propias de compadritos burgueses. Los verdaderos cobardes del mundo – poderosos -, nos adoctrinan vendiéndonos onerosos y falsos confortes: Los toneles de Diógenes ya no existen para ofender y despreciar a los magnánimes y conquistadores del mundo.

Todo lo que tiene un valor es comprado y asegurado menguando riesgos, aunque inexistentes. Uno compra un boleto de colectivo que incluye un seguro de vida. Costosa iluminación en cada barrio disipa oscuros peligros. Cámaras de videos perversamente invasivas nos quitan integridad y honra. Publicamos nuestros actos más íntimos y sagrados en redes sociales buscando desesperadamente ese lugar que todo el mundo ya lo condenó a la cosificación e insignificancia.

El sistema nos ofrece posibles calamidades que gustoso cambiamos por mirables resignaciones, mediocridad eficiente y segura tranquilidad alejados de insujeción y sustantiva heterodoxia. “Los riesgos aventureros de la actualidad son enseñan a contentarnos con sombras de emoción y riesgos. La televisión y el cine son nuestros melancólicos proveedores de asombro y revolución”. Alejandro Dolina.

“El mundo al revés nos enseña a padecer la realidad en lugar de cambiarla, a olvidar el pasado en lugar de escucharlo y aceptar el futuro en lugar de imaginarlo. En las escuelas son obligatorias las clases de impotencia, amnesia y resignación”. Eduardo Galeano.

El miedo y la religión nos propone un Dios justo a instancia de castigos eternos para una vida finita de sueños inconclusos. Un cielo de dudosos placeres que más bien se ajustan a extorciones existenciales. Los INVERNADEROS SOCIALES fueron creados para evitar que el sol nos queme, el agua de la lluvia nos moje y los miedos solo existan fueras de fronteras consagradas a letánicos riesgos que jamás habremos de asumir y con los cuales cargar.

Sin embargo, naturalizamos que los infernales TIRANOS persistan en sus crímenes y las diarias injusticias parezcan razonablemente inevitables cuando se verbalizan y sus intereses lo justifiquen. Los poderes ajustician con la biblia de los Torquemadas en tiempos de opresión frente a probables y necesarias rebeliones.

Diógenes, Arquímedes, Martín Lutero, José De San Martin, Manuel Belgrano, Galilei, Gandi, Ernesto Guevara y quien más, de otros revolucionarios anónimos ¿habrían sido expulsados por los infieles Libertarios satisfechos, habitantes de la Caverna de Platón? El Arte y lo filosofía son escondidos, cuando no negados y prohibidos.

El Eternun Invernadero Existencial destruye anti cuerpos, lima células críticas y mata cualquier espíritu de justicia, que, aunque misericordiosa y necesarias, son ahuyentados por canjes burgueses y banales confortes que nos condenan al olvido y a nuestra sombra de inmortalidad.

Los agitadores de revolución duermen y sueñan fuera de la caverna.

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