Luego de sendos allanamientos – 7 – concretados en varias localidades del norte santafesino decretados por el juez Federal Alurralde en Julio del año pasado, dejó en la ciudad de Malabrigo imputada a quien se identificó como Doris Leiva, cuya identidad original responde a otro nombre de pila: “Carlos” Leiva, debiendo cumplir desde ese momento con “Prisión Domiciliaria”. Un siniestro vial producido en el comienzo de la presente semana, pone a “Carlos” Doris Leiva en la calle gozando de una libertad restringida que, tal parece, no es controlada ni monitoreada por nadie.
En el allanamiento se encontró elementos probatorios de venta de estupefacientes y hasta instrumento quirúrgico relacionados con la práctica de abortos clandestinos realizados en el propio domicilio de Leiva. Doris Leiva tiene relación directa con el partido gobernante de la ciudad de Malabrigo UCR e, incluso, hasta el mes de julio del año pasado – tiempo de imputación -, tenía un cargo en la municipalidad de Malabrigo, trabajo que devengó en el cobro de haberes pagados en forma oficial.
Los comentarios indican que Leiva seguiría cobrando del ente municipal, aunque, de hecho, es imposible comprobarlo dado su condición de reo. Otras corrientes informativas señalan que Leiva esta distanciada de la militancia y particularmente, del actual intendente Spontón, justamente, por su probada actividad ilícita que le costó imputaciones del juzgado federal y una prisión domiciliaria, que incluso, no cumple de manera efectiva.
La Investigación que comenzó en el año 2023 arrojó como resultado que dos mujeres que comercializarían estupefacientes en la ciudad de Malabrigo identificó a Doris Leiva y Palmira del Carmen Gorosito, quienes se abastecían de dos proveedoras de la ciudad de santa fe, las hermanas Alexis Patricia Oviedo Y Jésica Yamila Oviedo, ambas domiciliadas en el Barrio Abasto De Santa Fe capital, quienes a su vez tenían dos búnkeres en Santa Fe, en los que se hallaron importantes elementos de interés para la causa y material estupefaciente fraccionado y acondicionado para su comercialización. También actuaban en delito, desde prisión, Roberto Carlos Zaracho; E Inés Soledad Vallard.
Una prisión domiciliaria que no se cumple deja al desnudo el poco interés que desde la justicia Federal y fuerzas de seguridad provinciales ponen en establecer controles férreos sobre este tipo de modalidad efectiva de cumplimiento de prisión. Leiva no deja de tener ligazones del orden político y en sus actuales condiciones de descontrol, es difícil suponer que haya abandonado la práctica de comercializar de drogas ilegales.