En la mañana del viernes 21 de junio se llevó a cabo la audiencia de medidas cautelares en la oficina de gestión judicial de Las Toscas, al imputado por robo calificado agravado por el uso de arma, Juan Marcos Díaz de 29 años, quien el domingo 16 de junio a las 06,30 horas aproximadamente asaltó y lesionó al comerciante Néstor Fernández, frente al supermercado *El Trébol*, propiedad de la víctima.
El fiscal doctor Carlos Norberto Ríos solicitó prisión preventiva efectiva sin plazo, mientras que el defensor oficial, doctor Sergio Olivera, quién asiste a Díaz, solicitó que su representado merece otra oportunidad ya que es adicto a la cocaína y estando detenido no solo que no se va a recuperar, sino que empeorará su estado de salud adictiva; a todo esto el comerciante Fernández pidió la palabra al magistrado y manifestó que en cuatro meses le han robado por lo menos en doce oportunidades, después de las denuncias, la policía actuó muy bien capturando en algunos casos a los responsables de esos robos, donde destrozaban puertas o ventanas para ingresar y apoderarse de lo que querían en el negocio; aquellos que fueron apresados también alegaron que son adictos y necesitan que el estado lo ayude a recuperarse, por lo tanto terminaban quedando en libertad rápidamente.
Son peligrosos porque utilizan armas, saben perfectamente lo que deben decir ante el juez y de esa forma salen en libertad después de las audiencias, eso genera un antecedente muy peligroso para quienes trabajamos diariamente para generar mano de obra ocupada, pagar impuestos como corresponde y al final tenemos menos derechos que los delincuentes que nos acechan. No obstante a ello, el juez Mauricio Martelozzi resolvió dictaminar la libertad con restricciones para el imputado Marcos Díaz, quién no debe acercarse a menos de cien metros del domicilio particular y del negocio de Fernández, no debe consumir drogas ni alcohol, debe concurrir semanalmente a firmar a la comisaría quinta de Las Toscas, no debe cambiar de domicilio, en caso que lo hiciera debe notificar al fiscal de la causa y solicitó al estado que le brinde seguridad a través de custodias escalonadas al negocio y al domicilio de Fernández para que desempeñe su labor diaria sin correr riesgos por parte de los cacos.
Tanto el fiscal Carlos Norberto Ríos, como el damnificado Néstor Edgardo Fernández, quedaron muy asombrados e insatisfechos por la medida judicial adoptada por el juez de la causa Mauricio Martelozzi.