Con poco apoyo y muy poca gente acompañando la gestión comunal de Nelson Elhan, presidente de comuna de Tartagal, este fin de semana intento impulsar una movida destinado a lograr y mostrar fortaleza política atento a estar jaqueado por denuncias de corrupción. Su deslegitimidad política quedó patente al haber sido denunciado por los propios convocados de recibir un vale para comprar carne en un conocido supermercado de la localidad.
La caída política y deslegitimidad social de Nelson Elhan es evidente y en proporción al rechazo popular a su gestión y accionar político. Su desesperación por mostrar apoyo social a su gestión, solo dejó en evidencia incontrastable su debilidad. La torpeza de su accionar solo lo impulsa a encontrarse con su caída cara a cara sin poder evitarlo.
Una denuncia que devengó en un allanamiento que comprometió la revisión y acopio de información de cada dependencia comunal que, agregó un segundo allanamiento ejecutado en el domicilio privado del propio Elhan en el mismo día, puso a su primera autoridad comunal en una singular situación de rechazo generalizado a su gestión de propios y extraños. El escandalo provincial expuso a una gestión que venía recibiendo reproches y denuncias mediáticas terminando en las oficinas del Juzgado Federal de la ciudad de Reconquista. Se aguarda que en las próximas horas el juzgado determine el procesamiento y la situación procesal de Nelson Elhan.
En una decisión que consagra la torpeza política de quien se mueve con evidente impunidad en estos años, intento sopesar fuerzas contra las denuncias judiciales intentando lograr protección frente a su situación judicial en cierne. Situación que resulta incongruente, no obstante, el absurdo de la movida es que no lograron agrupar mas de 30 personas que, en breve y por los mismos beneficiados, la localidad pudo advertir que “fueron convocado” con la promesa de “recibir un vale” destinado a comprar carne en un conocido comercio de la localidad ¿O pocos necesitan comprar carne? O en su mayoría son vegetariano, o, en su defecto, Elhan, no logra apoyo social ni a instancia de establecer sobornos públicos.
El grupete político que rodea a Elhan no solo muestran su escasa legitimidad social, sino que, expusieron de cara a la sociedad una debilidad sustancial cuya popularidad es una situación alarmante sitiada ya por la desaprobación social y la indignación popular.