Una mujer que secunda la conducción en un radio de Villa Ocampo decidió jugar una patriada en la política con desafíos que alberga soluciones a problemáticas de vieja data en la ciudad norteña. Sus propuestas radican tanto en viejas necesidades cuyo origen encontramos en el umbral de nuestra historia, que se agudizaron en el presente, el desafío y contraste es que se anima a proponer estrategias recuperando la política y lo resolutivo del poder como única herramienta de transformación y pensando en la gente. En su discurso, lo que es definitivamente ortodoxo suma a un contexto de descreimiento que sus propuestas resultan a toda luz, heterodoxas. Es decir, de lo que todo el mundo debería estar hablando, a Mabel Francovich la puso en el centro de la escena de un modo excepcional.
En el último tramo de campaña Mabel recuerda la sangría social de haber perdido las empresas históricas que nos hacían diferente en la región. Lamenta la decisión social de no mover un dedo para salvarlas recordando gestas históricas de décadas a tras al juzgar de lamentable haber tenido un emporio empresarial que hoy forman parte de un pasado histórico que se llevó el trabajo, la dignidad de todos y el orgullo norteño. “Los ocampenses no fuimos los mismos de aquella gesta del ocampaso. Dejamos cerrar nuestras industrias sin si quiera lamentarnos”, sentenció en un medio radial.
Francovich es la única candidata que propone la creación de terciario público y gratuito y la creación de un instituto de estadísticas y censos preguntándose cómo legislan y cómo proyectan sin contar con esos datos conforme a decisiones que se toman en el foro legislativo local del mismo modo que en el seno del palacio municipal. Sus propuestas también anclan en la necesidad imperiosa de lograr financiación a microemprendimientos, asesoría y seguimiento de proyectos productivos e industriales familiares con destino de fortalecerlo e incrementar los puestos de trabajos y el consumo internos impactando en la actividad comercial de la localidad.
“Yo veo que los jóvenes que estudian y cursan el secundario se desmotivan mucho. Al no tener para pagar el terciario local sin posibilidades de pagarse una carrera universitaria no les queda otra que quedarse con sus estudios secundarios y emigrar buscando otras alternativas lejos de aca. Somos los mayores y la política la que debe ofrecerle lo que ellos necesitan para desarrollarse en su mundo intelectual y laboral. Todo esto que parece una utopía no es otra cosa que la toma de decisiones políticas y gestión que debemos llevar adelante. Para avanzar tenemos que hacer lo que la gente nos pone en la mano al votarnos: hacer política tomando decisiones políticas. Es lo único que debemos hacer. En el Concejo no debería hacerse otra cosa que legislar, proyectar y avanzar con decisiones pensando en la gente. Los Concejales tienen esa prerrogativa; habremos de hacer lo que la gente pide y necesita desde el único ámbito donde se avanza en resoluciones definitivas”, sentenció la candidata.