Huber Cracogna
En un contexto donde la construcción política se hace desde la ausencia, de espaldas y sin compromiso lo que queda es fruto del reemplazo atribuible a la construcción mediática y la opinión rentada: Obligado surgió triunfante ante los resultados obtenidos de la fórmula F.F. suscribiendo un fuerte apoyo del norte del departamento que sumó significativa cantidad de votos desde, incluso, localidades gobernadas por el radicalismo y socialismo. El triunfo no solo deja en evidencia un “dejar fluir en la orfandad”, sino, que acoplado a lo cual, el mensaje que se advierte es que, sin las dos principales ciudades del norte y del departamento, los resultados fueron claramente en apoyo a una Argentina que nace en el reconocimiento de derechos, desarrollo tecnológico, industrial, mercado internos y fortalecimiento de países del sur del continente.
Reconquista, gobernada por el peronismo. Avellaneda, tierra del conservadurismo cultural, arrojaron resultados que no alcanzó para imprimir un triunfo departamental. Aún así, el dar la espalda de las dos ciudades más importante del departamento alcanzará para que los mentores del poder central departamental, puedan lograr un posicionamiento en espacios conforme a la construcción, en cierne, de mesas de poder en la provincia ante la nueva gestión política electa.
De 17 departamentos de la provincia santafesina, 11 eligieron la devastación, la timba financiera, endeudamiento, desocupación, cierre de empresas y desaparición sistemática de Pymes – 25.000 -. Las expectativas de un gobernador peronista electo y una “unidad partidaria” engarza en la incomodad de explicar que Perotti, además de PERONISTA, tiene fuerte ascendencia con sectores productivos e industriales de la provincia invencible. No obstante, Santa Fe se vistió de macrismo y se suma al cuarteto de provincias que cruzaron una banda que atraviesa al país cual capricho artístico neoliberal financiero.
En el macro contexto, la patria chica hizo lo suyo. En Avellaneda, bastión del radicalismo conservador y tierra del senador se dio de bruces contra un peronismo que no tiene una sola banca en el concejo y desde el llano mas desolador logró posicionarse con un pirro y heroico 37 %. Localidades tales como San Antonio de Obligado acompañó por algo más del 70 % y lo propio hizo Tacuarendí. Las pocas localidades del peronismo arrojaron resultados que superaron los citados porcentajes. Capitulo señero y enfático le cabe a la ciudad de Las Toscas, bastión del Radicalismo progresista – el último en pie – quien se acopló al concierto en apoyo a F.F. con valores porcentuales que promediaron el 60 % de los votos. Reconquista, localidad gobernada por el peronismo y con pretensiones de impulsar la figura del próximo Senador, arrojó un resultado que debilita, incluso, hasta la explicación que se escuda por parte de sus figuras políticas relevantes.
La norteña ciudad de Las Toscas, cuyo intendente Leandro Chamorro, transformó su realidad en dos períodos consecutivos impulsando un proyecto progresista e inclusivo que lo exhibe en la inocultable vidriera de quien puso al estado municipal al avanzar desde una fuerte impronta proyectiva dándose de la mano con los postulados de justicialismo más tradicional e histórico.
Los resultados que generan conflictos pos análisis que revelan desinteligencia, incluso, hasta traiciones intestinas, posiciona a un norte santafesino departamental que ante los resultados logrados y sobreponiéndose a la superioridad del sur departamental está obligado a advertir de la fuerza de su electorado. La Reconquista arrolladora y la Avellaneda conservadora, hasta hoy hegemonía central empalideció ante los votos del norte norte que premian el compromiso militante obteniendo un bagaje electoral que alcanzó para fortalecer un equilibrio que ningún norteño sospechó e imaginó.