Quilmes: boqueteros desvalijaron dos casas en barrio privado

Los delincuentes lograron ingresar luego de perforar una pared de ladrillos huecos que linda con un terreno descampado y se alzaron con un jugoso botín de más de 200 mil pesos, dólares y alhajas, entre otros objetos de valor.

Dos familias de Quilmes fueron sorprendidas por una banda de boqueteros integrada por al menos cinco delincuentes, que lograron ingresar -en horas de la madrugada- al barrio privado Dorrego Reserva Urbana luego de perforar una paredón que linda con un terreno descampado, lugar por donde también escaparon con un botín de más de 200 mil pesos en efectivo, dólares y alhajas, entre otros elementos de valor.

Los robos fueron cometidos cuando ambos matrimonios, con sus respectivos hijos, dormían en sus casas de los lotes 62 y 66 del country situado en Primera Junta y Sarmiento, de Quilmes.

En la primera casa, la del lote 62, los malvivientes, con sus rostros cubiertos, asaltaron a una pareja integrada por un martillero y una asesora de turismo. La banda entró al lugar por una ventana que estaba sin traba y se encaminó al dormitorio matrimonial para reducir a la pareja.

Luego de apoderarse de alhajas y cerca de 120 mil pesos, los asaltantes escaparon e irrumpieron en la propiedad del lote contiguo, a la que accedieron por una puerta balcón. Allí redujeron a otro matrimonio y robaron cerca de 80 mil pesos, ropa, perfumes y alhajas.

Finalmente, los delincuentes escaparon del barrio sin alertar a los custodios privados. Las víctimas resultaron ilesas y dieron aviso a la empresa de seguridad y al 911. Los investigadores lograron detectar que los ladrones habían ingresado al predio a través de un boquete que realizaron en un paredón de ladrillo hueco que da a un descampado.

La investigación de los robos quedó a cargo de la Unidad Funcional Nº 3 de Quilmes, a cargo del fiscal Martín Conde, quien encomendó a la policía de la DDI de ese distrito diversas diligencias para identificar a los asaltantes.

Fuentes cercanas a la pesquisa detallaron a Popular que los delincuentes “amenazaron con armas de fuego y maniataron a las víctimas”, pero aclararon que “no hubo ningún tipo de agresiones físicas”. “Actuaron de manera muy profesional. Tenemos varias líneas de investigación abiertas”, reveló un funcionario judicial a este medio.