El gabinete del posible futuro presidente comunal Gabriel Moschen de la localidad de Lanteri enfrenta una grave acusación judicial. Parte de su equipo está involucrado en una demanda por daños y perjuicios presentada por la directora de la Escuela N° 6215, Herminda Moschen, quien sufrió una campaña de desprestigio que la apartó de su cargo en 2019.
Los mismos que hoy aseguran «trabajar por el pueblo y las instituciones» son quienes, en su momento, forzaron la salida de la directora con denuncias infundadas, renunciaron a la cooperadora escolar y presionaron hasta conseguir su desplazamiento.
Una denuncia sin fundamentos
En el año 2018, un grupo de cooperadores, con el aval de la Supervisora Sección “D” Mariela Peralta, impulsó una denuncia contra la directora citada por supuesta defraudación. Sin embargo, la propia Peralta verificó que no había irregularidades en las rendiciones de cuentas de la escuela. A pesar de esto, el grupo presionó hasta lograr su objetivo: en abril de 2019, Herminda Moschen fue apartada de su cargo.
No fue sino hasta octubre de 2021 que una auditoría del Ministerio de Educación (Disposición N° 126/2021) dejó en claro que la directora había actuado conforme a la normativa vigente, cumpliendo con todas sus responsabilidades administrativas. Pero en lugar de admitir su error, los denunciantes obstaculizaron el cierre de la investigación y retrasaron su reincorporación hasta que, finalmente, en 2023, el Ministerio ordenó su regreso.
Renuncias y contradicciones
Cuando Herminda Moschen recuperó su cargo, la respuesta de quienes la habían acusado fue renunciar nuevamente a la cooperadora escolar. Entre ellos, Gabriel Moschen, Jesica Fernández y Carolina Flores, quienes argumentaron que no querían trabajar con ella. La pregunta es evidente: si realmente creían que la directora no era apta, ¿por qué abandonaron la institución en lugar de «cuidarla»?
Denunciados por persecución y daño moral
Hoy, Jesica Fernández, Diego Gómez y Mariana Rodríguez, integrantes del gabinete de Moschen, enfrentan una demanda penal por daños y perjuicios morales contra la directora.
El silencio del grupo frente a esta grave acusación genera un interrogante: ¿qué tienen para decir ahora los responsables de esta persecución?