La preocupación por la seguridad en Reconquista se intensifica ante una serie de decisiones del gobierno provincial que han generado alarma entre autoridades locales y vecinos. El cierre de dependencias policiales y la disminución de efectivos en la ciudad han encendido las alertas, especialmente en un contexto de creciente inseguridad.
Cierre de la Escuela de Policía y Destacamentos Barriales: Un Golpe a la Prevención
Una de las medidas más significativas fue el cierre de la escuela de policía dependiente del Instituto de Seguridad Pública (ISEP), ubicada en el centro cívico de Reconquista. Esta decisión impacta directamente en la formación de nuevos agentes para la región.
A esto se suma el cierre definitivo de dos destacamentos policiales barriales estratégicos, situados en los barrios América y Virgen de Guadalupe. Estas dependencias eran fundamentales para la operatividad policial y la cercanía con los vecinos de las zonas sur y oeste de la ciudad, permitiendo una respuesta más rápida ante la creciente ola de delitos predatorios.
Traslado de Policías y Ausencia de Apoyo Logístico
La situación se agrava con el traslado de 250 policías desde Reconquista hacia la ciudad de Rosario, en lugar de reforzar la seguridad local. Además, se ha señalado que los últimos dos promociones egresadas de la escuela de policía del norte también fueron destinados a Rosario, dejando la región sin nuevos ingresos de personal policial.
Otro punto de controversia es la falta de implementación del «boleto gratuito policial», una medida que facilitaría el regreso de los agentes trasladados para visitar a sus familias.
Desmantelamiento de la PAT y Desigualdad en Recursos
La Policía de Acción Táctica (PAT), compuesta por 40 efectivos y dos móviles, también fue retirada de Reconquista. Esta unidad, que operaba desde el centro cívico, cumplía una importante función de prevención en los barrios de la zona sur.
La disparidad en la asignación de recursos se evidencia al comparar Reconquista con la ciudad de Avellaneda. Mientras que Avellaneda, con 30.000 habitantes, cuenta con 8 móviles policiales, Reconquista, con una población de 90.000 habitantes, dispone del mismo número de vehículos para patrullar la ciudad.
Respuesta Oficial y Preocupación Política
El cierre de los destacamentos barriales fue calificado como una «decisión política» por el gobernador Maximiliano Pullaro durante una visita a la ciudad, en respuesta a los concejales de Reconquista.
Este conjunto de acontecimientos ha generado una profunda preocupación en el arco político local, que ha manifestado su inquietud ante lo que consideran un abandono en materia de seguridad por parte del gobierno provincial. Las autoridades municipales y la comunidad reconquistense temen las consecuencias de esta reducción de recursos policiales en un contexto de creciente inseguridad.