Con dos períodos consecutivos al frente del legendario club deportivo Itatí, de Villa Ana, Mauricio Piedrabuena, ve agotada sus posibilidades de repetir otro período al frente de la entidad: Sus socios se quedan de no presentar balances, no cuenta de beneficios realizados en estos años – bingos – no pagar la cuota filiatoria en la liga ocampense de futbol. Se duda que la entidad haya podido sostener la personería jurídica, ante las innumerables irregularidades que presenta.
Mauricio Piedrabuena está al frente de la conducción y comisión directiva del legendario club deportivo de la localidad de Villa Ana, tras la legitimidad política que cobró Catalino Comán al frente del palacio comunal de Villa Ana. El mismo Piedrabuena fue objeto de quejas y consultas a estamentos provinciales tras recibir donativos y elementos deportivos al ser beneficiado un equipo femenino de Hockey, a quien le retuvo los elementos recibidos y le prohibió utilizar las instalaciones del club. Hubo de intervenir Comán, conforme a evitar una denuncia acusatoria de persecución, discriminación y retenciones indebido de elementos donativo de la provincia.
El casi centenar de socios del club esperan el llamado a elecciones, mecanismo publicitario y administrativo destinado a participar de elecciones internas desde donde se debe recibir listas que deben ser legitimadas ante la burocracia exigible para luego competir en los comicios obligatorios. Las elecciones deberían realizarse el próximo mes de diciembre y en la actual comisión, del tema no se habla y se sospecha que Piedrabuena tomó la decisión de burlar la reglamentación.
Según datos informados por los actuales socios, Itatí tiene mas de un año sin pagar la cuota filiatoria de la liga ocampense de futbol. Desde que Piedrabuena tomó el mando de la comisión nunca se presentó balances, no existen actas de asambleas informativas de comisión y jamás se informó sobre balances respecto de beneficios realizados por la entidad, tales como bingos. Se sospecha que la entidad perdió el beneficio de su personería jurídica. Las sospechas se fundan debido a que, al no presentar balances oficial y administrativamente, su legitimidad no está avalada por sus socios, al que se suma un dato determinante: el tesorero de la comisión presentó su renuncia hace un año y nunca fue reemplazado por ningún otro socio.
En las condiciones previstas y descriptas, Itatí es una entidad deportiva vaciada de legitimidad institucional y administrativa que la masa de socio pretende recuperar conforme a encausarla en el orden establecido y exigible a las reglas provinciales y nacionales que avalan su funcionalidad y existencia.