Una Extraña Salud Que Registra Mas Muertos Que Lo Deseable

Una Extraña Salud Que Registra Mas Muertos Que Lo DeseableLa salud en el norte santafesino siempre se la dotó de lo mínimo indispensable, aunque multiplicaron de CAPS, CIC y otros efectores menores. La contratación de algunos profesionales especializados y algo de tecnología, todo el norte, en su salud publica, nunca supero contar con una complejidad media y las pocas veces que accedió, advirtió haber logrado una media complejidad bizarra e inestable. Gran parte de los profesionales médicos sumados al sistema publico de salud son contratados y monotributistas. Los cargos y nombramientos son los menos y la paga dineraria, en estos tiempos, es insuficiente. La migración de profesionales de Santa Fe al resto del país es proverbial que incluye, también buscar horizontes en perspectivas superadoras fuera del país.

Es increíble como ante este panorama desolador que contrasta con los millones de pesos que se afecta al sistema, muestra cada vez mas carencias e insuficiencia. Tan es así, que es común encontrar nosocomios con goteras, paredes descascaradas y, aunque se cuente con alguna tecnología aplicada a precisos diagnósticos, el numero de prestaciones y atenciones son infinitamente inferiores a las demandas. Es decir, hay un problema muy serio en la distribución de recursos existentes, controles ineficaces y decisiones políticas que al tiempo que aparecen, rozan lo rayano e infructífero. Desde tiempo, la salud en el norte santafesino es tierra de nadie y lo muertos comienzan a contarse en proporciones que superan la media admisible.

22 ambulancias repartidas al norte provincial de las 170 distribuidas en toda la provincia que costó a todos los santafesinos 14 billones de pesos, ya ni siquiera es el elixir con que se entretiene a la clase dirigencial conformista que aplaude políticas de traslado en reemplazo de una salud fortalecida en profesionales, especialistas de calidad y tecnología de punta. Las demandas y las desgracias nos ponen en el umbral de un cambio que emerge de recurrentes necesidades y conciencias que la clase política no está disputa a afrontar ni gestionar. El Sur cuenta con hospitales de alta complejidad y profesionales especializados de prestigio y, el Norte y Centro solo, con ambulancia que garantizan traslados. Una espantosa desigualdad que nos identifica como ciudadanos de 4° categoría y lo que resulta más aberrante: satisfechos.

Una reforma constitucional en cierne que, según parece lo prioritario y urgente resulta la reelección del gobernador, sorprendería que los debates y consecuencia inmediata, se incorpore mayor protagonismo y solvencia a Comunas y Municipios – contar con mayores recursos y autonomía – que permitan y con solvencia el desarrollo de política, planificación en el ejercicio instrumentado en cambios sustanciales destinados a responder a demandas decanas de amplio espectro en toda la región.

Intendentes y Presidentes Comunales solo gestionan. Jamás tuvieron capacidad de proyección aplicadas a sus ideadas políticas. Jamás contaron con ese poder. El centralismo capitalino amputa cualquier posibilidad de desarrollo regional. El poder ilimitado de un gobernador podría dejarlos sin fondos, inclusos, para pagar salarios. La discriminación es una variante legal y un instrumento efectivo de regulación y humillante sujeción. Lo hace, porque sencillamente, pueden hacerlo.

Las políticas ideadas y aplicadas las formulan y reformulan en la capital de la provincia y reflejada en una realidad que les queda cerca a los funcionarios del sur y sus acondicionadas oficinas. El Centro Norte pone sus miserias, reclamos no escuchados, impotencia y sus muertes evitables.

El tiempo de reclamar y gestar verdaderos cambios estableciendo un equilibrio conforme a borrar inequidades y dolorosas desigualdades está en el reloj cuyo tiempo también mide el hartazgo y la paciencia.

Las políticas mal aplicadas y centralistas pensadas solo en benéficos resortes electoralistas se traducen en perecederas INJUSTICIAS que cuestan vidas.