Un Norte Sin Industrias. Sin Presente. Sin Ingenio Y Sin Cuenca Cañera

Una actividad agropecuaria productiva industrial atravesó al norte en su historia, en su desarrollo colectivo e individual. En su esperanza, en su porvenir y sus perspectivas. Nadie imagina otra actividad que pueda o deba reemplazar su derrame, ocupación de mano de obra y prosperidad. Ninguna otra actividad le ha dado tanto al norte como la cuenca cañera. A nada, el norte santafesino le debe más que a su Cuenca. El flamante gobernador de la provincia santafesina, Omar Perotti, acaba de vetar el proyecto de Ley que fuera aprobado en los últimos días de Noviembre por 18 Senadores y 50 Diputados: No hay más proyecto, no hay expropiación. Ya no hay Cuenca Cañera. Acaban de sepultar 100 años de lucha, desarrollo e historia que moldeo el devenir de toda una región. A suerte y verdad, un verdugo juzgó nuestro destino y miserable devenir.

Condenados por políticas centralistas, hegemónicas y excluyentes, el norte, norte de la provincia de Santa Fe deberá ampliar su porvenir poblado de planes sociales, jubilaciones truchas y/o pensiones otorgadas a sanos jóvenes fingiendo discapacidades que no son tales. Una suerte de Corte de Los Milagros – Relato de Víctor Hugo – atravesará el sentido de pertenencia amalgamando espíritu de sobrevivencia. La más digno que queda es encontrar pago algún boleto de colectivo para emigrar jóvenes y familias condenados a poblar villa miserias de conurbanos santafesino – Capital -, rosarino o en su defecto probar suerte, como antaño, en Buenos Aires. Planeros o desarraigados. Una suerte de Forestal Argentina legitimado, paradójicamente, por el voto popular.

Un aislado pregonar encarnado por quienes fueron considerados delirantes mediático que proponían ser parte de la geografía cobijados en el sentir político de la provincia del Chaco, comienza por estas horas, a cobrar verdadero sentido revolucionario y, lo que se juzgó una “taradez”, cobra sentido utópico de única salida. La grieta cuya incomodidad zanja la distancia que separa al pueblo trabajador y vulnerable de la poderosa oligarquía, tras esta decisión gubernamental, se traslada separando al pueblo demandante de sus propios demandados y representante.

¿Alguien podría medir las previsibles consecuencias que se avecinan? La decisión de Perotti respecto de la cuenca cañera no solo sepulta una actividad centenaria; la fecha en que se veta el proyecto de ley – 23 de Diciembre – antesala de una navidad que antecedió a un año espantoso reclama la impostergable percepción de que se trata de una provocación difícil de eludir y evadir. Del pueblo del norte santafesino, de su dirigencia, historia y dignidad, depende demostrar no ser digno de tan atroz afrenta.