Un policía mató a su novia embarazada, a su suegra y se quitó la vida

La joven asesinada también era policía. Ambos trabajaban en la comisaría 39 de Córdoba capital. El femicida tenía denuncias previas por maltrato familiar.

Carlos Eduardo Monje usó su arma reglamentaria para asesinar a Magalí Ariana Pérez, también policía de la comisaría 39 de Córdoba capital. La mató de siete disparos. Habían empezado una relación hace algunos meses y la joven de 20 años estaba embarazada. La mamá de Magalí, Nancy Beatriz Pérez la intentó ayudar en medio del ataque y Carlos también la mató de otros tres tiros.

En pleno acto, el femicida apuntó en la cabeza al tío de la chica, Carlos Pérez, pero este logró esconderse en una habitación desde donde escuchó el último disparo. En el mismo lugar de los hechos Monje se quitó la vida.

En la casa había dos menores que vieron todo lo que pasó: un nene de 9 años, hermano de la policía asesinada, y una nena de 4, hija de Magalí. Los chicos fueron llevados por Pérez a la casa de un vecino donde llamó a la policía para contar el horror.

“Ella lo quería mucho. Pero él la quería para él nomás. Lo conoció en la Policía, y luego decidieron convivir, estuvo dos semanas y dejó de convivir”, contó la tía de Magalí, Rocío Juárez, a una radio local.

“Ella ya había cortado. Se volvió a su casa. Él varias veces se quedó afuera haciéndole guardia en la puerta”, continuó Juárez. Agregó que desde la Policía le habían quitado el arma reglamentaria a Monje porque tenía “problemas psicológicos” y “tendencia al suicidio”, pero que después se la devolvieron.

“Ella estaba embarazada, no quería seguir con la relación porque veía que era enfermiza. Primero la mató a mi cuñada (Nancy Beatriz Pérez), que se puso delante de ella, le dio tres tiros. Después a Magalí, no sé cuántos tiros le dio. A Magalí y Nancy las acribilló. Y después se pegó un tiro”, concluyó la mujer.

Carlos Eduardo Monje tenía al menos una denuncia por violencia familiar, aunque no habría sido efectuada por la joven asesinada.