A un año y medio del flamante CAMBIO que pretendió el electorado de la localidad de Villa Ana con su actual presidente de comuna, LOS CATALINOS, devengo en un acto partidario donde Daniel Rodríguez, presidente de comuna mandato cumplido, albergó a más de 1.200 personas encabezando una marcha que mucho se parecía a una procesión mística donde se mezclo espanto por la actualidad y esperanza de recuperar un gobierno popular que hable el idioma, el clamor y la voz de la gente sumado a su aguda problemática social.
Lo cercano del tiempo que nos aproxima a diciembre de 2017 contrasta con el padecimiento vergonzoso de gran parte la sociedad villanense que atento al maltrato, ultraje y desentendimiento de espantosas políticas que lleva adelante la gestión encabezada por LOS CATALINOS lo aleja en el colectivo imaginario de un período político que apenas concreta un año y medio al frente del palacio comunal generando un altísimo rechazo en gran parte de la sociedad. Daniel Rodríguez, en su regreso al ruedo político y en su presentación de listas, recibió a más de 1.200 personas mostrando un claro apoyo a su candidatura agigantando sus chances de recuperar el espacio perdido hace apenas un año y medio.
Un discurso cuya impronta peronista la trazó el actual diputado Leandro “Quico” Busatto en cuyos enunciados y parlamento se recupero la histórica mítica peronista culminó con una marcha que en gran parte de la larga columna la dinamizó gente de pie, desprovisto de cualquier móvil. Su principal avenida y mas iluminada se vistió por varias horas de una fuerza política que, aunque debe recordarse opositora, festejó un triunfo anticipado a los que se presume develarán los resultados electorales del próximo 29 de abril. Por momentos la interminable columna se vestía de procesión mística que ayuna de respuestas y consideraciones, reclamaba soluciones devenidas de milagros religiosos y creencias populares.
En los discursos no faltó respuestas para enfrentar los dichos de CATALINO, que paralelamente a su incapacidad, gran parte de su gestión se dedicó a injuriar y trasladar responsabilidades a gestiones anteriores, quienes y en todo este tiempo de oposición, jamás levantaron la voz ni utilizaron medios radiales para responder a los continuos ataques del oficialismo de LOS CATALINOS. Busatto explicó que la política si no ofrece respuestas al hambre con comida, a la enfermedad con medicamentos y salud pública y al bien estar general con obras que resuelvan problemas estructurales, el poder solo gobierna para satisfacer sus propias e intimas necesidad. Evitó pronunciar la palabra corruptos y defraudación en su considerable alocución al dirigirse a los presentes.
Los ejes de decisiones políticas que instauraron los CATALINOS se advertían en dos corrientes muy claras: exponencial crecimiento de bienes personales de integrantes y cercanos a la gestión, incluido su principal referente, sumado a responder únicamente a reclamos y pedidos de una pequeña clase acomodada de Villa Ana que poco interés y reparo demuestra ante las necesidades de sectores pobres, vulnerables e indigente que comprende a un 85 % de la población que sobrevive al palo del ciego enfrentando el descalabro económico de políticas nacionales encabezadas por el presidente Macri.
No se recuerda en la historia política de Villa Ana que un gobierno al frente del palacio comunal legitimado por las urnas a menos de un año y medio al frente de los destino de su pueblo genere tanto rechazo recurrente y tanto espanto disidentes a políticas locales referenciándose al unísono, en la generación de espacios antagonistas que incluyen históricos respaldos peronistas de igual manera que el fortalecimiento con gente que en su vida se le había caído de la boca una opinión política o partidaria. Sectores identificados con el peronismo duro, kirchnerista y otras fuerzas independientes han sumado un fuerte rechazo a los CATALINOS en función de una fuerza que en su presentación de listas ya saborea un triunfo anticipado que a la luz de los hechos, es definitivamente irrefutable e irreversible.