Veo Cada Vez Más Ranchos Y Gente Revolviendo Bolsas De Basura

Así lo expresó el sacerdote Axel Arguinchona, quién será trasladado desde Esperanza a la parroquia del barrio San Agustín en noviembre.

En esta nota: Siempre carismático, alegre y con un optimismo desbordante, el padre Axel Arguinchona no se ahorra ningún concepto a la hora de describir la realidad que observa en la ciudad que lo vio nacer, y a la que luego de casi cuatros años volverá a trabajar tras su paso por Esperanza.

Es que el traslado de Arguinchona se da en el marco de cambios y nombramientos que se registran a nivel eclesiástico en la diócesis santafesina. Si bien no hay aún fecha confirmada, ya es un hecho que el arribo del Padre Axel a la parroquia del barrio San Agustín, será en el mes de noviembre.

En un mano a mano con UNO en la Radio, programa de UNO Santa Fe que se emite por radio Sol 91.5, Axel describió sus sensaciones tras confirmarse su regreso a la ciudad y también dejó en claro su pensamiento respecto a la realidad que se vive en el país, con una sociedad santafesina cada vez más «apesadumbrada y con miedo».

-Un camino que comenzó hace muchos años…

-Desde 1985 ya transito y trabajo en los barrios de la ciudad de Santa Fe. Me acuerdo que comencé en Acería, Los Troncos y Brigadier López. Era seminarista por aquel entonces. Fueron 30 años hasta 2015 conociendo, palpando y caminando los barrios más necesitados de la ciudad. En marzo de 2015 dejé Santa Fe y me trasladé a Esperanza donde la comunidad me recibió con los brazos abiertos y realmente me hizo sentir como en casa, no obstante, me encontré con una cultura, con una sociedad y con una idiosincrasia totalmente diferente de la que venía viviendo.

«La vida y la cotidianidad barrial es algo que a mí siempre me apasionó mucho; vuelvo con muchas ganas»

-¿Con qué se piensa encontrar cuando vuelva a caminar los barrios de Santa Fe?

-Nunca dejé de tener contacto con Santa Fe y la actualidad de los barrios. Uno a la realidad la va conociendo, mirando y sabiendo como se va manifestando en el trato y charlas con las gente. Indudablemente que es totalmente distinto estar en el barrio, que conocer lo que pasa en el barrio. Voy a llegar a un sector de la ciudad que tendré que conocer en profundidad. Cuando estuve en Caritas tuve la posibilidad de recorrer San Agustín, y seguramente no creo que diste mucho de la realidad que se vive en otros barrios con necesidades de la ciudad. La vida y la cotidianidad barrial es algo que a mí siempre me apasionó mucho; vuelvo con muchas ganas de brindar mi granito de arena a una ciudad que me observó crecer como sacerdote. Yo no vuelvo porque esté haciendo falta en algún lugar puntual; pero sí estoy seguro que cuando Dios te llama a vivir una misión en algún lugar, es porque en ese momento de la historia de tu vida y de ese barrio, él quiere que uno esté allí.

-Hoy la realidad indica que la ciudad necesita gente conocedora de los barrios: ¿Cuál piensa que va a ser el trabajo más fuerte?

«Es muy triste lo que esta pasando, porque los más necesitados están siendo muy relegados»

-Lo primero que uno tiene que hacer como sacerdote es caminar el barrio, ir a las casas y charlar con la gente. La oración es primordial para que Dios ilumine y bendiga a todos mis hermanos y hermanas; y después hacer lo que hizo Jesús, rezar y caminar con la gente para conocer lo que está pasando. Conocer las instituciones que colaboran en el barrio nos va a dar un panorama mucho más claro para así elaborar un plan pastoral, además de aprovechar la experiencia de un gran sacerdote como es el Padre Luis María Tomatis que estuvo en el barrio San Agustín por muchos años.

-¿Qué opina de lo que está pasando hoy en el país?

-Es muy triste lo que esta pasando, porque los más necesitados están siendo muy relegados. Esta crisis que estamos viviendo afecta a todos los estratos sociales. Hoy uno se encuentra con matrimonios jóvenes que tienen trabajo y una familia que mantener, pero sin embargo el dinero no les alcanza para pagar un alquiler. Y en el caso de los más pobre y necesitados, imaginemos que no solo se ha bajado la calidad de la comida a la que acceden, sino que ya muchos ni tienen ni un plato de comida en todo el día. Estamos hablando del alimento diario, de lo elemental para vivir. Que indigno es que una familia no pueda comer en su propia casa; esto es tremendo y un fiel reflejo de una realidad social que se va incrementando. En Santa Fe hace mucho tiempo que no se ve tanta gente revolviendo bolsas de basura, esto es un indicador muy triste de la actualidad local, como así también la cantidad de ranchos que cada vez más se instalan a la vera de las rutas. Con esto nos damos cuenta que cada vez más gente está siendo excluida del sistema. Es una realidad muy difícil la que estamos viendo y por lo que se avizora en el horizonte, vienen muchos meses más de complicaciones y problemas. Estamos en una situación realmente grave.

«Que indigno es que una familia no pueda comer en su propia casa; esto es tremendo y un fiel reflejo de una realidad social que se va incrementando»

-Entonces… ¿estamos viviendo momentos donde la gente tiene que aferrarse aún más a la fe?

-La fe es necesaria en cualquier momento y circunstancia de la historia. De pronto uno se encuentra con gente que tiene muchísimo dinero y salud pero no tiene fe, y ante los interrogantes fuertes de la vida no tiene respuestas. Las personas que hoy están pasando momentos de vulnerabilidad y situaciones económicas muy difíciles, no tienen que tomar la fe como un parche ante estas dificultades, pero si les va a permitir fortalecerse en la esperanza, la sabiduría y en las fuerzas para levantarse todos los días. Es desesperante ver la cantidad de gente apesadumbrada y con miedo. Estoy absolutamente seguro que la fe es una respuesta a los interrogantes más profundos de la vida.

«Es desesperante ver la cantidad de gente apesadumbrada y con miedo»

-¿Cuál es el análisis que se hace hoy del proyecto de Pobreza Cero de este gobierno?

-Siempre se vertieron números que fueron imposibles de cumplir y esto ya lo dije en muchísimas oportunidades, como cuando se aprobaron los números del presupuesto para este año. La situación que estamos atravesando hoy ya se observaba con gravedad el año pasado. Uno como Gobierno puede trabajar en pos de la llegada de inversiones, pero cuando no se apoya el trabajo, las viviendas y lo que la gente necesita en el día a día de un país, no se van a alcanzar soluciones sociales. Indudablemente esta crisis fue mucho más fuerte de lo que se esperaba, pero como venían dándose las cosas, era inminente un ajuste tan drástico, y con el acuerdo con el FMI, definitivamente tocamos fondo. Lamentablemente siempre el hilo se corta por lo más delgado, por la gente que más sufre. Tristemente creo que esta situación va a durar un largo tiempo más.