A la dificultosa inscripción online para las escuelas, el gobierno porteño suma ahora la obligación de registrarse en una web para solicitar la beca de comedor. El trámite involucra un formulario de diez pasos que debe validarse en una sede comunal. «En la práctica va a significar un recorte en la cantidad de becas», aseguraron desde el colectivo Vacantes Para Todos.
Las familias de las escuelas públicas porteñas se encontraron con una nueva inscripción online. A la ya resistida inscripción vía web que generó inconvenientes en las familias sin conexión a internet o poco familiarizadas con la tecnología, se suma para el ciclo 2019 la versión para solicitar la beca de comedor escolar que hasta ahora se podía hacer directamente en la escuela. Los padres y delegados de las cooperadoras temen que el resultado de la nueva modalidad profundice el recorte de las raciones que se envían a las escuelas.
“Sin previo aviso ni consulta, de manera unilateral y arbitraria”, así calificaron las familias los cambios impulsados por el gobierno para solicitar la beca de comedor. El trámite solía hacerse en las escuelas, a través de una Comisión de Becas de Comedor. En general, algún directivo de la institución, que ya conocía a las familias, ayudaba a completar los formularios de solicitud.
Ahora, la solicitud para acceder a la beca de comedor deberá realizarse a través del sitio web del Ministerio de Educación, con un formulario de diez pasos que debe validarse en una sede comunal y ya no en la escuela. La nueva política de becas exige que las familias presenten la documentación del alumno, certificado de ingresos de la ANSES o declaración jurada para los trabajadores informales y declaren si alguno de los integrantes del grupo familiar tiene una enfermedad crónica. En ese caso se deberán adjuntar además del certificado médico los comprobantes de gastos que genera. La solicitud pide también el certificado de alumno regular de los hermanos en caso de asistir a diferentes escuelas.
Esta nueva inscripción online comenzó el año pasado como una experiencia piloto en algunas escuelas aunque con un sistema mixto. En todas las instituciones había un facilitador que ayudaba a las familias a completar el formulario y luego la documentación podía ser presentada en el mismo establecimiento escolar. Este año, en cambio, la inscripción será 100 por ciento online y la documentación deberá ser presentada en las sedes comunales.
“Muchos tienen miedo de no poder completar el trámite. Para las familias trabajadoras es mas engorroso tener que pedir un turno para ir a una sede, además de todos los requisitos y los certificados que tienen que conseguir. Los más afectados van a ser los padres de menos recursos, que son los que más necesitan las becas, y que tal vez en sus casas no tienen internet o no reúnen todos los certificados”, sostuvo Patricia Pines, integrante del colectivo Vacantes Para Todos, una agrupación que surgió de las dificultades de la inscripción online y la falta de vacantes en la escuela pública.
Según Pines, la información no llegó de forma clara a las familias. “Es gravísimo. Ahora va a ser más difícil ayudar a las familias que lo necesiten porque las becas ya no estarán en manos de la escuela. En la práctica va a significar un recorte en la cantidad de becas porque muchas familias no van a hacer el trámite y ese recorte va a repercutir en la calidad de la comida con menos raciones”, opinó Pines.
El último año, el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta presentó los nuevos menúes supuestamente más saludables para los comedores, como la iniciativa “chau paneras” para eliminar el pan del almuerzo escolar. Sin embargo, los docentes denunciaron que el nuevo plan nutricional llegó a las escuelas con platos más chicos y de menor calidad. Como el pastel de papá y carne que ya no se sirve con carne sino con lentejas. Además, las rodajas de pan que se quitaron de almuerzo, en muchas escuelas pasaron al desayuno.
Para Vanesa Blanco, abogada y delegada cooperadora de la Comuna 15, lo más grave del nuevo sistema de inscripción es la “deshumanización” del trámite. Todo por la computadora y sin pasar por la escuela. “El sistema pide datos personales, situación frente a la AGIP, certificado de ingresos, estado civil, documentación de todo para otorgarte o no la beca. Lo grave de esta descentralización es que ya no pasa por las escuelas ni las cooperadoras, se ponen fechas límites y se deshumaniza. ¿Qué pasas si un papá o una mamá se queda sin trabajo a mitad de año?”, cuestionó la delegada.
Blanco también remarcó el recorte que vivieron los comedores escolares en los últimos años y anticipó que entre delegados de cooperadoras de todos los distritos presentarán un escrito tanto en la Jefatura de Gobierno, como en la Defensoría del Pueblo y la Legislatura porteña. Mañana realizarán un congreso de cooperadoras y el tema comedores ocupa un lugar central en la agenda.
“Bajó la cantidad y calidad en los comedores, sacaron la carne, nos mandan cada vez menos comida y ahora con el trámite va haber una baja en las becas por toda la cuestión burocrática. Sigue la línea del recorte del 3 por ciento planteado en el presupuesto para los comedores escolares para el año que viene”, se quejó también el presidente de la cooperadora del Normal 7 y delegado comunal, Pablo Cesaroni.